Parkinson: conoce los nuevos tratamientos
Aunque no tiene una curación definitiva, existen avances que pueden atenuar los síntomas y mejorar la calidad de vida de la persona
Esta enfermedad neurovegetativa afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva, es decir, los primeros signos de la misma son sutiles y se empeora gradualmente. Se engloba dentro de los trastornos del movimiento.
Por causas desconocidas, se produce una degeneración neuronal en la sustancia negra, la zona del cerebro que contiene las neuronas que producen dopamina. Este neurotransmisor o mensajero químico es fundamental para controlar los movimientos.
El déficit progresivo de dopamina provoca que la persona que padece Parkinson sufra problemas motores y no motores que varían en cada caso y pueden evolucionar diferente.
¿Cómo se detecta si una persona tiene Parkinson?
1. Temblor en reposo
Es un movimiento rítmico que aparece cuando la persona no está activa y suele disminuir cuando ésta realiza una acción. Suele aparecer primero en las manos o los pies y puede afectar la mandíbula o los párpados. Puede estar ausente en un 30% de los casos, pero es uno de los síntomas más característicos de esta enfermedad.
2. Rigidez muscular
Se presenta un exceso de tensión y contracción en los músculos que impiden los movimientos fluidos.
3. Inestabilidad postural
La persona tiende a encorvarse hacia adelante o hacia un lado, tiene dificultad para mantener el equilibrio y hay más riesgo de caídas.
4. Bradicinesia
Define la lentitud para realizar movimientos cotidianos y más cuando éstos requieren precisión. También pueden aparecer bloqueos mientras se desarrolla un movimiento o una actividad ante un obstáculo.
5. Hipomimia
La rigidez facial disminuye la expresividad de la persona.
6. Cambios en el habla
Se baja el tono de voz y se articulan peor los sonidos.
7. Trastornos del estado de ánimo
Puede estar presente la ansiedad, la depresión o la apatía. A veces las capacidades cognitivas pueden verse afectadas.
8. Alteraciones del sueño
Puede haber dificultad para dormir, sufrir despertares nocturnos y pesadillas, entre otros trastornos.
Los medicamentos más eficaces para tratar el Parkinson
Aunque aún no hay un tratamiento definitivo, existen fármacos que retrasan la evolución de la enfermedad y ayudan a mejorar sus síntomas.
1. Levodopa
Este fármaco, que se suele administrar junto con otros como la carbidopa, se transforma en dopamina. Elimina temblores y otros síntomas del Parkinson con eficacia. Pero su efectividad puede verse reducida con el tiempo.
2. Agonistas de la dopamina
Activan los receptores de dopamina e imitan su función de manera que ayudan a controlar los síntomas en las etapas iniciales.
3. Inhibidores de la MAO-B/COMT
Estos medicamentos evitan que estas enzimas, la MAO-B y la COMT, degraden la dopamina en el cerebro.
4. Anticolinérgicos
Reducen el temblor, la rigidez y el exceso de salivación relacionados con la acción de otro neurotransmisor, la acetilcolina.
5. Amantadina
Es un antiviral que parece aumentar la liberación de dopamina con lo que disminuye los movimientos involuntarios.
Tratamientos más avanzados para el Parkinson
1. Estimulación cerebral profunda
Suele recomendarse en fases más avanzadas o si los fármacos se revelan ineficaces. Se implantan unos electrodos en ciertas zonas del cerebro que producen una estimulación eléctrica que atenúa los síntomas motores y mejora la calidad de vida de la persona. Esta estimulación se controla con un dispositivo colocado en el tórax debajo de la piel. Es una intervención reversible.
2. Infusión intestinal de levodopa-carbidopa
Permite mantener en el cerebro unos niveles estables de dopamina al facilitarse la absorción de estos fármacos a través del intestino. Con ello los síntomas motores y no motores mejoran también de manera más constante. Consiste en colocar una sonda dentro del estómago a través de un orificio en el abdomen.
3. Infusión continua de apomorfina
Este fármaco actúa de forma similar a la dopamina y se ha de administrar mediante una inyección que consta de un mecanismo para controlarlo. Se está estudiando la posibilidad de que este tratamiento también pueda estar disponible para administrarse por vía sublingual o por inhalación.
Otras ayudas importantes para aliviar los síntomas
1. Fisioterapia
La rigidez y exceso de tono muscular que acompañan esta enfermedad suelen causar calambres y dolor que los masajes y otras técnicas de fisioterapia pueden tratar. Los fisioterapeutas también pueden ayudar a la persona a controlar mejor la postura, el equilibrio y a tener una marcha eficaz.
2. Logopedia
Estos terapeutas tratan los problemas con el lenguaje y pueden enseñar al paciente a superar dificultades como un tono excesivamente bajo al hablar o el arrastrar las palabras para así mejorar su comunicación.
3. Ejercicio
La actividad física optimiza la utilización de dopamina en el cerebro y ayuda a prevenir el bloqueo de las articulaciones, así como a mantener la flexibilidad y la capacidad de movimiento. También facilita una postura corporal más erguida y alivia los trastornos de sueños, la fatiga y la ansiedad. El taichí, el baile, el pilates o la marcha rápida 30 minutos al día son muy aconsejables.
4. Musicoterapia
Se ha visto que la música puede aumentar la dopamina y que con ella los pacientes mejoran su caminar y capacidad de movimiento.