Miopía: cómo frenar su evolución
Más del 60% de los jóvenes son miopes y se calcula, que en los próximos años, la prevalencia de este trastorno será todavía mayor
En los últimos 50 años, el número de miopes que hay en el mundo se ha multiplicado por dos. Según las últimas estimaciones, se calcula que, en el año 2050, más de la mitad de la población sufrirá este trastorno.
¿Cuál es la razón de este aumento tan espectacular? Según los especialistas, hay tres causas principales: la exposición a las pantallas desde la infancia, las posturas incorrectas en el trabajo y el hecho de permanecer demasiado tiempo en espacios cerrados.
Además, hay que tener en cuenta que la miopía aumenta con los años. A medida que el niño crece, el ojo se hace cada vez más grande, por lo que el número de dioptrías crece progresivamente. Para que este aumento sea lo más reducido posible es preciso seguir estos consejos.
¿Cómo frenar la miopía? Pasa más tiempo al aire libre
Según un reciente estudio, permanecer entre dos y tres horas al día en espacios abiertos es la mejor medida para frenar la progresión de la miopía, además de otros trastornos visuales. De hecho, el aumento de esta dolencia es un 60% menor en el verano (0,31 dioptrías) que en el invierno (0,53) debido al mayor tiempo que se pasa en el exterior en la época de calor.
¿Por qué disminuye la miopía al aire libre?
Cuando estamos al aire libre, la luz solar estimula la liberación de dopamina en la retina, un neurotransmisor que retrasa el crecimiento del eje ocular y, por lo tanto, la miopía. Además, los ojos se adaptan mejor a la visión lejana que si se pasa demasiado tiempo dentro de casa.
De todas maneras, no hay que olvidar que no debemos exponer nuestros ojos al sol sin protección, ya que, en exceso, los rayos UV resultan perjudiciales. Por ello, es importante protegerse con unas gafas homologadas.
Controlar el uso de pantallas para detener la miopía
Numerosas investigaciones han demostrado que los niños y adolescentes que utilizan con frecuencia y desde edades tempranas dispositivos electrónicos (teléfonos móviles, tabletas, videoconsolas, ordenador...) presentan una mayor prevalencia de miopía.
Estos aparatos obligan a forzar la visión próxima (de cerca) y, como consecuencia, aumentan la miopía. Cuantas más horas estén expuestos, mayor será el riesgo.
Tanto los niños como los adultos no deberían pasar delante de cualquier tipo de pantallas más de tres horas al día. Al mismo tiempo, es conveniente asegurarnos de que el lugar en el que las utilicemos esté convenientemente iluminado para, de esta manera, evitar que el ojo se exponga todavía más.
Buenas posturas en el trabajo ayudan a retardar la miopía
Las personas que, por cuestiones profesionales, están obligadas a pasar varias horas al día delante del ordenador o de otros dispositivos también tienen más riesgo que les aumente la miopía. Para evitarlo, es aconsejable practicar a diario estas técnicas de relajación ocular.
Precauciones
Trata de parpadear más, ya que es el principal sistema de lubricación de los ojos. Cuando estamos ante una pantalla, lo hacemos mucho menos. Descansa la vista cada 20 minutos mirando al horizonte o a cualquier objeto que se encuentre a lo lejos durante un mínimo de 20 segundos.
Procura adquirir una distancia correcta respecto a la pantalla de tu ordenador (lo ideal son unos 80 centímetros).Siéntate siempre con la espalda recta pero relajada, con las piernas dobladas en ángulo recto y los pies bien apoyados en el suelo.
Controla la miopía prestando atención a la dieta
Llevar una alimentación sana y equilibrada resulta indispensable para disfrutar de una buena salud visual.
Vitamina A
Mejora la visión nocturna y previene enfermedades como las cataratas o la degeneración macular, más frecuentes en personas miopes. La encontraremos en la zanahoria, el melocotón, el huevo, la leche y el brócoli, entre otros.
Magnesio y selenio
Son minerales ricos en colágeno, el componente principal de la estructura del ojo. Son ricos en estos nutrientes alimentos como la avena, la soja, las nueces o las pipas de calabaza.
Vitamina E
Debido a su alto contenido en antioxidantes, también reduce el riesgo de desarrollar degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y cataratas (protegiendo al cristalino), además de prevenir la visión borrosa. Se encuentra en el aceite de oliva o de girasol, los cereales integrales, la yema de huevo, el aguacate, los lácteos y los frutos secos.
Vitamina C
Protege los ojos de la radiación ultravioleta y ayuda a prevenir problemas de retina y cristalino. Está presente en los cítricos, el tomate, el pimiento rojo, las coles de Bruselas, el brócoli, etc.
Reduce el consumo de azúcar
Interfiere en la absorción de muchos minerales por parte del organismo, por lo que provoca déficits importantes y altera la salud ocular.
Las revisiones imprescindibles para controlar la miopía
Todas las personas debemos acudir al oftalmólogo con regularidad. La frecuencia de las visitas dependerá de la edad.
Niños y adolescentes
Si no hay ningún problema, se recomienda realizar una primera visita a los 4 años y repetirla cada año. Hay que tener en cuenta que, con el crecimiento, es posible que aparezcan nuevas trastornos visuales o que se agraven los que ya tenía.
Entre los 20 y los 40 años
Las revisiones son necesarias para graduar la vista y evaluar la presión intraocular y el fondo de ojo.
A partir de los 40 años
Aparecen los síntomas de presbicia o vista cansada. Además de las pruebas habituales, se aconseja la observación del nervio óptico como prevención del glaucoma.
A partir de los 60 años
El objetivo a esta edad es detectar la aparición de cataratas y degeneración macular asociada a la edad.