Ésta ha sido una Navidad especial, triste y diferente para la infanta Cristina: la primera en más de 20 años que ha pasado sin su marido, Iñaki Urdangarin. Doña Cristina y sus cuatro hijos –Juan, Pablo, Miguel e Irene– viajaron hasta Madrid y, de allí, se trasladaron a la prisión de Brieva, donde el ex-duque de Palma cumple condena por el caso Nóos.
Tras una visita de 45 minutos, volvieron a la capital, donde esa noche cenaron con la familia real. Una reunión que se repitió al día siguiente, lo que da idea de un cambio en las relaciones entre la Infanta y la Zarzuela. Pasadas esas celebraciones, madre e hijos pasaron el fin de año en Vitoria con la familia Urdangarin, con la que mantienen una excelente relación.