Manuel Carrasco: su manía antes de un concierto que no soporta Almudena Navalón
¿Cuál es la manía de Manuel Carrasco tiene antes de subir al escenario y detesta Almudena Navalón? ¡La hemos descubierto!

Manuel Carrasco y Almudena Navalón son inseparables.
Manuel Carrasco, de 44 años, fue una de las revelaciones de Operación Triunfo 2002, donde quedó en segundo lugar. Y a partir de ahí inició una sólida carrera musical que le alejó de su profesión de pintor.
Muchos años lleva Manuel Carrasco sobre el escenario, pero aun así, pese a las tablas, el callo y la experiencia, cada vez que ha de subirse a cantar, se pone de los nervios. Y tiene algunas extrañas manías que tienen un poco mosqueada a su inseparable esposa, Almudena Navalón.
Manuel Carrasco: ¿Por qué hay que volverse gilipollas?

Manuel Carrasco en la entrevista con Marc Giró.
Esta manía secreta la confesó en una entrevista a Marc Giró en el programa ‘Late Xou'. Pero antes Marc Giró le tiró algunas pullas irónicas: “No se te ha subido nada a la cabeza. A mí me pasa esto y estoy de un gilipollas integral”.
Manuel Carrasco, con esa sencillez que le caracteriza, respondió: "¿Por qué hay que volverse así? Yo creo que el secreto está en la gente. Si te vienes muy para arriba, malo”.
Cómo se entrena Manuel Carrasco para sus conciertos

Manuel Carrasco.
Manuel Carrasco se cuida mucho cuando sabe que tiene la gira a la vuelta de la esquina. Ahora está en este punto, pues arrancará su Tour Salvaje. El primer concierto será el 17 de mayo en Sevilla. Y ya se ha puesto manos a la obra.
“Estoy dando yoga, gimnasio, me alimento bien, me cuido", confesó. Hasta ahí todo normal, pero hay algo que quizá no es tan normal y que tiene a su esposa Almudena Navalón un poco hartita.
La manía de Manuel Carrasco que padece Almudena Navalón

Manuel Carrasco y Almudena Navalón.
El caso es que antes del concierto, se pone de los nervios. La experiencia y la cantidad de seguidores que tiene no son suficiente para que se le pase el nerviosismo. Y, para evitarlo, se pone un poco radical.
"Estoy como un monje. Me da paranoia, me da miedo que me lastime la voz por lo que sea, y tengo esa costumbre... prefiero no hablar", aseguró en la entrevista.
¿Cómo se comunica entonces? Aquí entra Almudena Navalón, que tiene que hacerle de intérprete con el mundo. A la pregunta de cómo se comunicaba, contestó: “Por el móvil, con señas... Si viene mi mujer, me ayuda bastante". Así que Almudena Navalón se encarga de paliar la manía de su esposo, que no es la única. “Antes de salir sufro, casi vomito, me entran arcadas, se me afloja el cuerpo... y luego salgo y parece que no pasa nada".
Pues si no nos lo cuenta, no nos habíamos dado cuenta porque en el escenario luce como un huracán.