Rosa López, Gisela Lladó, Natalia Rodríguez y Geno Machado acudieron al programa de Toñi Moreno en Telemadrid, «Aquellos maravillosos años», para hablar sobre el fenómeno que supuso «Operación Triunfo» y de cómo cambió sus vidas.
Las chicas de la primera edición del talent comentaron muchas anécdotas sobre su paso por el programa y su trayectoria profesional tras salir de la academia. Pero el momento más destacado fue cuando Rosa relató el gran drama del que fue víctima poco después de salir de la academia.
La cantante ya rompió su silencio hace dos años en el programa de Bertín Osborne, donde explicó la terrible situación que pasó en 2002 cuando su carrera estaba comenzando, y ayer quiso recordarlo en el programa de Toñi Moreno. Como ya sucedió la vez anterior, se derrumbó y rompió a llorar.
«Tenía una gira tremenda y mi voz estaba preparada, pero hubo un día que, yo no sé por qué, una chavala no paraba de preguntarme si estaba bien. Ella tenía miedo a que fallara y se empeñó en que yo estaba mal y que, por cojones, quería traer a un médico», comenzó a relatar Rosa.
«Yo me acojoné cuando el tío abre el maletín y me doy cuenta que rueda un bote colorcillo azul y blanco. No sé qué coño era eso. No sé qué me pincharon en el culo», explicó, asegurando que desde ese día hubo un antes y un después en su vida como cantante. De hecho, poco después Rosa tuvo un quiste provocado por el esfuerzo que hizo durante los siguientes tres días.
La cantante relató que en su tercer concierto después de ese día, «durante la sexta canción, no es que no pudiera cantar, es que me asfixiaba». Según explica, aquella irregularidad marcó su trayectoria profesional y estuvo más de ocho meses aislada en casa sin hablar y comunicándose a través de una pizarra.
Para zanjar el tema, Rosa López quiso «dar las gracias a la vida» por las «cosas maravillosas» que le ha brindado estos años y que, a pesar de todo, perdona a aquella persona que le hizo ver al médico aquel día.