«Fue un rayo de luz en un mundo gris», ha dicho el príncipe Guillermo recordando a su madre. Y en un día gris él y su hermano quisieron rendirle tributo inaugurando en el palacio de Kensington el Jardín Blanco, un homenaje floral a la figura de su madre, a su vitalidad y su generosidad. Fue justo 24 horas antes de que se cumplieran 20 años exactos de la muerte de la princesa de Gales y supuso el final de un verano marcado por este aniversario y por todas las noticias que ha generado.