La felicidad de sus hijos es prioritaria para los duques de Cambridge, quienes conocen bien, por propia experiencia, lo durísimo que es ser «distinto» en el ámbito escolar. Por eso, ahora que se mudan a Londres, ambos han querido que George asista a una escuela moderna con un efectivo programa «anti-bullying» y que prioriza el bienestar de los niños. Conócela en tu revista Pronto de esta semana.