Aunque Iker pudo asistir al nacimiento de su hijo, al que han puesto el nombre de Lucas, nada más abandonar la clínica Ruber tuvo que viajar a Francia para cumplir sus obligaciones con la Roja. Ya en casa, Sara Carbonero disfruta de los primeros días de su retoño mientras Martín va aprendiendo a compartir todo con el recién llegado, aunque, como ha declarado la periodista, «en casa hay espacio para dos e incluso tres reyes».