Diecisiete años después de que comenzasen sus desavenencias, la pugna entre Rocío Carrasco y Antonio David Flores se recrudece hasta el límite. Rociíto acusa a su exmarido de un presunto delito de maltrato y lesiones psicológicas y pide 5 años de cárcel para él y el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer Número 1 de Alcobendas (Madrid) considera que existen «indicios racionales de criminalidad», por lo que el juicio podría celebrarse después del verano.
Si se pone feo, la hija de ambos, Rocío Flores, de 21 años, declararía en favor de su padre, quien siempre la ha apoyado. Ro no piensa permitir que su progenitor acabe en prisión por algo que está convencida de que no ha hecho, y llegará hasta donde la ley le permita para conseguirlo.
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