Belleza: trucos para rejuvenecer la piel
Con los cuidados adecuados y algunos trucos clave, es posible rejuvenecer la piel a partir de los 50 y devolverle firmeza y luminosidad
El rodillo de cuarzo rosa es un buen aliado para descongestionar y devolver vitalidad al rostro.
A partir de los 50 años, tu cutis empieza a acusar los signos del paso del tiempo como una mayor pérdida de firmeza y definición del óvalo facial, un tono más apagado y una deshidratación que acaba dándole un aspecto más cansado. Se debe a la falta de colágeno y elastina, dos sustancias que la mantienen tersa, elástica y joven.
¿La buena noticia? Con los cuidados adecuados, puedes revitalizarla. Para ello será clave tonificar los músculos faciales y potenciar la absorción de los cosméticos que aplicas mediante un masaje por la mañana y por la noche con un rodillo de jade o de cuarzo rosa.
Prueba con ejercicios reafirmantes
Combina este hábito con ejercicios reafirmantes como los siguientes. Si quieres frenar la caída de los párpados, coloca los dedos en las cejas y pómulos, cierra los ojos, al abrirlos, eleva las cejas con los dedos y repite diez veces.
Además, para conservar una mejor definición del óvalo facial –uno de los primeros signos de envejecimiento–, presiona con la yema de los dedos la parte alta de las mejillas, sonríe exageradamente, mantén diez segundos y repite cinco veces.
La importancia de la exfoliación y la hidratación
A la hora de devolver la luminosidad a tu piel, los exfoliantes faciales serán tu mejor comodín. Con ellos, una vez a la semana podrás eliminar las células muertas y estimular la regeneración cutánea que, en la cincuentena, se enlentece.
Convierte también la vitamina C en tu aliada para estimular la producción de colágeno, unificar el tono de la piel y acentuar su brillo. Revisa que esté presente en tus sérums de uso diario, pero también en tu dieta. Son ricos en ella los cítricos, el kiwi, las fresas y los pimientos rojos, entre otros alimentos.
Cuida tu rostro de los rayos del sol
Finalmente, en este momento en el que tu piel empieza a afinarse y a acumular las líneas de expresión, protégela más que nunca del fotoenvejecimiento con la aplicación matinal de una crema solar, que cuente con un factor de protección. Y, por la noche, rehidrátala con una crema nutritiva rica en ceramidas, unos lípidos que se encuentran naturalmente en la piel y restaurarán la barrera cutánea.
Ayuda a tu piel una vez por semana a recomponer su estructura con una mascarilla semanal que aporte sustancias como el ácido hialurónico, la Q10 y la centella asiática. Extiende siempre estos cuidados al cuello y al escote, dos zonas muy vulnerables al envejecimiento. ¡Así, los 50 serán sólo una cifra!
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