Vivió intensamente los tres meses de encierro en la casa de Guadalix de la Sierra y, aunque Adara parecía tener una fortaleza a prueba de bombas, guardaba un doloroso secreto: se sentía muy culpable por haberse alejado tanto tiempo de su hijo, Martín, de 9 meses. Por eso, una vez finalizado «Gran Hermano VIP», la exazafata se apresuró a reunirse con el verdadero «hombre de su vida», su bebé.
La noche de la gran final del «reality», Adara y Gianmarco parecían un pareja enamorada que lucharía por seguir adelante con la relación que empezaron dentro de la casa, pero las cosas se torcieron en pocas horas. La ganadora optó por irse a descansar a casa de su madre cuando muchos esperaban que se marchara con el italiano y, en cuanto terminó con sus compromismos profesionales en Madrid, viajó a Mallorca para encontrarse con su hijo y con el padre de éste, Hugo Sierra. La ganadora del reality y su enamorado italiano pasaron las vacaciones separados y con una conversación pendiente.
Lo cierto es que mucho ha llovido desde este bonito vídeo:
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