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Guía definitiva para presumir de pies

Con el buen tiempo los pies ganan protagonismo. Atrévete a lucirlos con una pedicura bonita a la vez que los mimas con esmero y eliges el calzado más cómodo y favorecedor

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Ariadna Munuera

Cuidados básicos de los pies en verano

Caminar, correr, jornadas de pie... Les exigimos mucho, pero solemos dedicarles muy pocos cuidados a cambio. Ahora que llega el buen tiempo, toca mimarlos sí o sí.

Exfoliar. Las durezas se forman por la acumulación de células muertas en la capa superficial de la piel, sobre todo en los talones. Para eliminarlas debes exfoliar la zona periódicamente y puedes hacerlo con la piedra pómez, la lima manual o eléctrica de talones o, la opción más cómoda, los calcetines exfoliantes. Éstos realizan un «peeling» intensivo y ¡en sólo dos semanas! lucirás unos talones tan suaves como los de un bebé.

Hidratar. Este gesto es básico para restaurar la barrera cutánea y evitar que los talones se agrieten. Eso sí, debes emplear una crema específica, ya que la piel es más gruesa en esta zona y necesita fórmulas mucho más densas, nutritivas y reparadoras. Aplícala después de la ducha con la piel limpia.

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Sin ampollas ni rozaduras

Con el buen tiempo, nos quitamos calcetines y medias, lo que deja los pies desprotegidos y puede provocar la aparición de rozaduras y ampollas. Además, la piel húmeda (algo habitual en verano por el sudor) hace que el pie se deslice y favorece el roce con el calzado. También el calor provoca que el pie se hinche por la retención de líquidos, así que un calzado que por la mañana no rozaba, por la tarde puede que lo haga.

¿Cómo evitarlas? Con un calzado cómodo. Debe ajustarse bien al pie, pero sin apretar. Se aconseja no usar siempre los mismos zapatos para no ejercer la presión en la misma zona. También hay almohadillas de gel antideslizantes, que se colocan en el interior del calzado, y evitan que el pie resbale. Por otro lado, si tu piel está deshidratada es más fácil que se produzcan, de ahí que debas hidratarla a diario.

¿Y cómo curarlas? Si ya han aparecido, lava la zona con jabón y aclara con agua tibia. Sécala y, luego, puedes aplicar una crema cicatrizante o reparadora, que ayude a restaurar la piel irritada. Tapa con una gasa y cubre para poder calzarte de nuevo

Una pedicura perfecta

Si quieres conseguir unas uñas impecables, aquí tienes todos los trucos para lograr un resultado profesional. ¡Tus pies serán el centro de todas las miradas!

Córtalas rectas. Sin redondear los lados y no las dejes demasiado cortas –lo que favorece las uñas encarnadas– ni demasiado largas –para evitar que se doblen, se claven o se deformen–.

Bien lisas. Con los años pueden estriarse o amarillean, por tanto, es buena idea usar algún producto para repararlas, como una base blanqueadora o un esmalte antiestrías que te ayude a rellenar los surcos.

Esmaltes rejuvenecedores. Colores suaves, como el rosa nude, rejuvenecen mientras que los esmaltes brillantes o perlados suman años. El rojo es otra apuesta segura, siempre que sea luminoso, ya que en tonos más oscuros no funciona bien en los pies (sí en las manos). Empieza con una base para proteger la uña y, a continuación, aplica el color elegido. Acaba con una capa de top coat, para lograr brillo y que duren más.

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Sandalias que estilizan y embellecen

Cumplir la recomendación de elegir un calzado cómodo para evitar rozaduras no tiene por qué estar reñido con la moda y la estética. No hacen falta sandalias con tacones altísimos ni zapatos con puntas muy estrechas para alargar ópticamente las piernas.

El color, tu aliado. Cuanto más parecido sea el calzado al color de tu piel, más estilizará. Lo mismo que los dorados, que suelen quedar mejor con tu piel que los plateados, en primavera y verano. O el tan de moda vinilo, en el que la transparencia deja al descubierto la piel y parecerá que tus piernas no acaben nunca.

Talones al aire. Los zapatos destalonados (zuecos, sandalias, mule...) crean el mismo efecto de continuidad, lo que estiliza y alarga tus piernas. Opta por un tacón medio y combínalo con vestidos y faldas midi.

Tacones que no te harán sufrir

No sólo es cuestión de altura. Estas opciones priorizan la comodidad, pero estilizan tanto como unos tacones infinitos. ¡Súbete a ellos!

1

CUADRADOS. Con vestidos o pantalones cortos, resultan muy favorecedores y, sin duda, los más cómodos. Los diferentes diseños (rectangular, asimétrico...) añaden mucho estilo.

2

KITTEN HEELS. Ultrafemeninos, son también sinónimo de confort. ¿Su secreto? Un tacón entre los 3,5 y 4,75 cm, apto para todos los públicos. En formato mule o sandalia, son perfectos para el verano.

3

CUÑAS O PLATAFORMAS. Ideales con pantalones largos, pero también con minifaldas, shorts... Subiéndote a ellas puedes crecer más de 5 centímetros sin castigar tus pies y, además, alargan las piernas.

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