Letizia: todo lo que ha cambiado en sus 10 años como reina de España
La proclamación de Felipe VI el 19 de junio del 2014 convirtió a la experiodista en reina de España y dio el pistoletazo de salida a la instauración de su estilo, una nueva forma de hacer, más moderna, abierta y cercana, cuyo objetivo es salvar la Corona
Letizia y Felipe han trabajado para reconquistar al pueblo
Felipe y Letizia junto a sus dos hijas en una imagen de archivo.
En este proceso, el Rey ha contado con el impagable apoyo de su esposa, cuya figura ha evolucionado y ha adquirido una relevancia nunca antes vista en una consorte real española. Durante su etapa como Princesa de Asturias, Letizia ya dio muestras de que tanto su formación como su bagaje profesional y su carácter responsable, curioso y perfeccionista serían de gran ayuda en el momento en que su marido ascendiera al trono, y así ha sido.
Desde aquel 18 de junio del 2014 en el que Juan Carlos I abdicó en favor de su hijo dejándole una Corona algo despachurrada, Felipe y Letizia se pusieron manos a la obra para devolverle todo su esplendor y sabían que eso empezaba por volver a ganarse el favor de la opinión pública.
Los monarcas, mirándose cariñosamente.
Como experiodista, la Reina era muy consciente de que lo primero que debían hacer era desvincularse de los ‘pecados’ de su antecesor y, como los más graves estaban relacionados con las finanzas, Felipe y ella instaron a su equipo a desarrollar un plan de transparencia económica que tranquilizara los ánimos más indignados para, paralelamente, levantar un imaginario muro de contención que los separara de los excesos de otros familiares.
En ese momento, ya como esposa del Rey, Letizia dejó de agachar la cabeza y mostró sus garras de ‘mamá leona’ para defender a su familia, es decir, a su marido y a sus hijas, y para preservar su futuro o, lo que es lo mismo, el futuro de la monarquía.
Letizia marca un estilo más natural, espontáneo y cercano
Felipe y Letizia con el presidente de Ucrania.
Por otro lado, Felipe y ella también eran conscientes de que debían acercar la institución a toda la sociedad de una forma más abierta y natural. Para ello ha sido especialmente valiosa la procedencia de la Reina.
Al haber nacido en el seno de una familia trabajadora, siempre ha podido mostrarse cercana a quienes la conocen en persona, pero, mientras era Princesa de Asturias, trataba de contener su espontaneidad en la línea de su antecesora, la reina Sofía.
En sus primeros años de matrimonio con el príncipe Felipe, a Letizia se la veía tensa, siempre atenta a no fallar, pero ahora, asentada en su función, se muestra serena y relajada, tanto en eventos con sus hijas, como con su marido, con quien forma un equipo de trabajo excelente.
Sin embargo, al convertirse en reina, Letizia ha impuesto un estilo que conquista por ser más relajado, abierto, expresivo y hasta ‘tocón’, pues dicen que besa, abraza y toca mucho más que su suegra. Incluso Felipe y ella no se niegan a firmar autógrafos o a hacerse selfis con la gente que se les acerca, algo inconcebible para los eméritos. En estos 10 años, el Rey se ha contagiado de la espontaneidad de su esposa y, aunque aún le pesan décadas de formación palaciega, cada vez se le ve menos encorsetado.
Felipe, Letizia, Leonor y Sofía, en una de sus imágenes más espontáneas.
A ello ha contribuido también el aire fresco que sus hijas aportan a los actos institucionales. El orgullo con el que los Reyes miran a Leonor y Sofía denota que se sienten más que satisfechos con el trabajo educativo que han hecho con ellas, en el que es evidente la mano de Letizia.
Porque Leonor no sólo garantiza la continuidad de la institución monárquica con su sola existencia, sino que, por influencia de su madre, está más abierta a escuchar el pulso de la calle y, con toda seguridad, continuará con las medidas que han puesto en marcha sus padres para mantener la monarquía unida a los tiempos cuando llegue su momento.