El príncipe Guillermo se enfrenta a sus meses más difíciles
Muy preocupado por su esposa, aún convaleciente de su operación, el heredero debe asimilar sin apenas tiempo el golpe de la enfermedad de su padre y sustituirlo en sus compromisos
El heredero reapareció visiblemente más delgado
Rey Carlos de Inglaterra saludando.
La noticia dejó en "shock" al príncipe de Gales, que ha tenido que asimilarla en medio de una delicada situación familiar. El heredero al trono británico, de 41 años, había pospuesto sus compromisos oficiales para poder estar al lado de Kate, tras su operación el 16 de enero, y mantener la vida familiar lo más normal posible para sus tres hijos, George, Charlotte y Louis.
Sin embargo, este giro en la vida de su padre, sumado a su papel de heredero, le ha obligado a reincorporarse a sus obligaciones antes de tiempo y a asumir más responsabilidades en el momento más duro para él.
Aunque quería esperar a la recuperación de Kate, Guillermo ha vuelto a la actividad. Aquí en la gala de la London Air Ambulance, con Tom Cruise.
Porque a la preocupación que supone ver a su esposa y compañera de vida en una situación de fragilidad por su convalecencia, que la mantendrá alejada de la vida pública hasta marzo, se le suma el desasosiego de saber que su padre entra en un período de incertidumbre a causa del cáncer que le imposibilita mantener su actividad habitual, por mucho que, como ha declarado el primer ministro británico, la enfermedad se haya "detectado en fase temprana" o que Buckingham insista en destacar la "actitud positiva" del monarca.
Carlos ha manifestado su deseo de continuar con sus labores de Estado, aunque cancelando sus compromisos públicos, que asumirá el príncipe, en lo que los medios llaman "una regencia blanda". No obstante, también podrán representarle la reina Camilla, la princesa Ana y el príncipe Eduardo.
Guillermo en una acto en Windsor
El heredero, más delgado, regresó a la luz pública el 7 de febrero. Primero, en un acto de imposición de condecoraciones en el castillo de Windsor y, por la noche, en la gala de recaudación de fondos de la organización London Air Ambulance, en la que, acerca de la enfermedad de Carlos III y de su esposa, se limitó a decir: "Agradecemos los mensajes tan amables de todo el mundo, gracias".
Para Guillermo, el diagnóstico de su padre ha sido devastador, un golpe muy duro, que deberá gestionar de la mejor manera posible, sabiendo que, esta vez, Kate no está en condiciones de apoyarlo como siempre ha hecho.
La noticia también ha sido un jarro de agua fría para su hermano, Harry, con el que no se habla desde que éste publicó, hace un año, sus memorias, "En la sombra". Hay que recordar que en el libro, además de airear sus diferencias con los Windsor, el duque de Sussex acusaba al príncipe de Gales de haberle agredido físicamente.
8.000 kilómetros para una reunión de 45 minutos
Tras conocer la noticia, Harry voló de Los Ángeles a Londres para ver a su padre.
El mal estado de su relación con Harry es, sin duda, otro elemento que angustia al heredero. Se trata de un conflicto que ha supuesto para él un gran desgaste emocional y que, si bien ahora parece ser secundario, es uno de los que, íntimamente, más le duele.
Por otro lado, hay que decir que la reacción del duque de Sussex, conmocionado tras recibir la llamada de su padre, fue inmediata. Cogió un avión desde Los Ángeles y voló 8.000 kilómetros para conocer de primera mano cómo está realmente su padre.
Tras reunirse con Harry en Clarence House, el rey y Camilla viajaron en helicóptero a la mansión de Sandringham
Tras aterrizar, se dirigió en coche hasta Clarence House, la residencia de Carlos y Camilla, donde mantuvo una reunión de 45 minutos con el rey, antes de que éste, acompañado por la reina consorte y sin poder disimular la emoción y el cansancio, se marchara en helicóptero a su mansión preferida, Sandringham, donde podrá descansar tras haber empezado ya el tratamiento ambulatorio.
Carlos se ha instalado en esta mansión para centrarse en su tratamiento en un entorno más tranquilo y privado.
Muchos medios ingleses señalan que este encuentro puede ser el primer paso para una reconciliación familiar, tras cuatro años de tensiones, que Harry desearía que se produjera más pronto que tarde. Sin embargo, mientras Carlos ha manifestado más de una vez que siempre ha tenido la puerta abierta para su hijo pequeño, el entorno de Guillermo ha asegurado estos días que el heredero "no va a encontrarse con Harry porque tiene cosas más importantes que hacer".
De momento, así ha sido, ya que durante su estancia en Londres, los hermanos no quedaron para verse y Harry tampoco visitó a su cuñada.