A sus 80 años, el padre Ángel sigue siendo un hombre incansable en su anhelo de servir a los más desfavorecidos. El sacerdote acaba de abrir un restaurante en Madrid que, durante el día, ofrecerá desayunos y comidas como cualquier otro local, pero que, por la noche, servirá cenas a aquellos que no puedan pagarse un plato caliente. Y todo, con amor y dignidad. Lee en PRONTO de qué va esta interesante iniciativa de este hombre entregado al prójimo.