Corinna acusa al rey emérito de “acosador”
La empresaria alemana concluye su 'podcast' advirtiendo de que quedan muchos capítulos por escribir
Por el momento, don Juan Carlos le ha ganado la partida jurídica a su examante, que piensa seguir litigando.
Corinna Larsen cerró el polémico 'podcast' sobre su relación con Juan Carlos de Borbón con un último capítulo en el que se presentó, más que nunca, como una "víctima" del rey emérito. Un hombre "testarudo", dice, que, tras la ruptura de su relación, no ha dejado de intrigar ni un solo día para destruirla.
En la nueva entrega se explica que la empresaria alemana ha llegado a sentirse estos últimos años como Megan Markle. "Yo era parte de un espectáculo de circo. Para los medios, es mejor que la criminal sea una mujer rubia que una serie de hombres de mediana edad", asegura Larsen.
La examante del que fuera anterior jefe del Estado narra que, cuando Juan Carlos se fue de España (una de las fuentes del 'podcast' indica que más bien lo echó su hijo), en el verano del 2020, para vivir un exilio de lujo en Abu Dabi, ella pasaba por sus momentos más bajos: investigada por presunto blanqueo de capitales, con sus cuentas bancarias intervenidas y cuestionada y reprobada por sus hijos.
En la primavera del 2021, para enfrentar los problemas que le estaban dando en EEUU los 65 millones de euros, Corinna contactó con un exagente del FBI para que le ayudara a preparar su declaración ante el Departamento de Justicia de ese país. Durante casi tres semanas la alemana ensayó con él y una abogada, en un hotel de Miami, los durísimos interrogatorios a los que después la someterían y convenció a los americanos de que no era la testaferro de Juan Carlos para mover ese dinero.
Una demanda por acoso que podría crear jurisprudencia
Meses después, las autoridades suizas también la exculparon: Corinna no había cometido ninguna infracción en el país helvético, donde se la investigaba. Tras ello, recuperó la disponibilidad de su gran patrimonio: sus 65 millones, una enorme finca en Inglaterra, su apartamento en un céntrico barrio de Londres, el valioso anillo de compromiso y hasta un terreno en Marruecos que, según ella, le regaló Mohamed VI, tras quedarse "prendado" de ella cuando la conoció en un viaje.
Esta foto del rey emérito y Corinna dio la vuelta al mundo.
"Una disculpa no serviría", dice, resentida, Corinna en referencia a su examante, del que asegura que, aunque nadie más lo ha detectado, tiene "una personalidad dividida, la de alguien que se convierte en acosador, que trata de encarcelarte y quiere destruir a tu familia".
En el episodio final, Corinna, que había rehecho su vida sentimental con el director de orquesta italiano Alvise Casellati, explica que profesionalmente se ha reciclado en el sector de "la resolución de irregularidades financieras y delitos relacionados con sanciones, lo que he vivido durante estos años".
También está convencida de que la demanda por acoso que presentó en los tribunales británicos contra Juan Carlos "podría crear precedente para acabar con la impunidad de los poderosos ante la ley". Y la última frase parece una invitación a nuevos capítulos: "En este cuento, aún son muchos los capítulos que quedan por escribir".
