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Coto Matamoros vuelve dispuesto a enfrentarse de nuevo a su hermano Kiko

El excolaborador televisivo ha estado unos años desaparecido y fuera de España, pero ahora vuelve y seguro que la polémica llega con él

El extertuliano ha estado muchos años viviendo en República Dominicana.

El extertuliano ha estado muchos años viviendo en República Dominicana.

E.M

Todos recordamos aquellas históricas peleas entre los hermanos Matamoros, Coto y Kiko, que nunca han tenido una buena relación. Sus constantes descalificaciones y desencuentros en los platós de televisión dieron fe de que su relación nunca fue buena. Ahora, con Kiko Matamoros de plena actualidad, su hermano Coto ha decidido volver a España ¡y seguro que el choque no tardará en volver a producirse!

"Kiko es el tipo más ruin que pisa la Tierra"

Así de tajante fue hace apenas unas semana Coto Matamoros en una entrevista a La Razón, en la que dejó claro que la mala relación con su gemelo sigue en pie. Entre otras declaraciones, Coto habló de la reciente confesión de Kiko de ser adicto a la cocaína: "Se ha tirado 20 años negando que se drogaba, me descalificaba por ser drogadicto y ahora dice que es cocainómano desde los 15 años para llamar drogadicta a Makoke. Es el tipo mas ruin que pisa la Tierra".

Por otro lado, Coto, que fue detenido por un presunto delito de tráfico de drogas (un plan, según él, orquestado por su hermano), afirma que es imposible una reconciliación con Kiko: "No me planteo un acercamiento con él. Si yo fuese justo le tendría que haber metido veinte o treinta querellas criminales", afirma tajante.

Coto, con Carmina Ordóñez y su hermano Kiko cuando los gemelos aún tenían relación. 

Coto, con Carmina Ordóñez y su hermano Kiko cuando los gemelos aún tenían relación. 

Unas polémicas memorias donde no dejó títere con cabeza

Por lo visto, la relación entre Coto y Kiko se encuentra igual de mal que hace años. Para dar fe de ello, recuperamos la entrevista que concedió a nuestra revista Pronto cuando publicó sus memorias, "Libro de reclamaciones", donde arremetió sin remilgos contra la familia, antiguos compañeros televisivos y su paso por la cuerda floja de las adicciones.

"No es un ajuste de cuentas –nos aseguró en aquel momento–, aunque sí con María Teresa Campos, una mujer prepotente. Conmigo se portó horrorosamente mal. En mi paso por la tele hay dos personas que me influyeron positivamente –Javier Sardá y Jesús Quintero–, pero la Campos fue absolutamente negativa y reprobable".

Coto Matamoros con su libro de memorias.

Coto Matamoros con su libro de memorias.

PRONTO: Tampoco guardas buen recuerdo de Jordi González... 
COTO MATAMOROS:
Se hizo la "gata muerta" conmigo. Es decir, fue un hipócrita, un interesado que me utilizó. 

P.: Lydia Lozano fue tu amiga, pero, según cuentas en tu libro, después te ignoró totalmente.
C.M.:
Nos acostamos una noche y fue mi paño de lágrimas cuando peor estaba, pero después se desligó de mí para no perder su trabajo en "Tómbola". Lo entendí, no le guardo rencor.

P.: Se dijo que Sardá te echó de "Crónicas marcianas".
C.M.:
Es mentira. No me echó nadie porque mis intervenciones subían la audiencia. Me fui por voluntad propia. 

P.: A tus años, y rebobinando la moviola de tu vida, ¿te arrepientes de actitudes pasadas? 
C.M.:
Por supuesto. Si no me arrepintiera sería un imbécil. Reniego de haber trabajado en la televisión, de haberle entregado a mi hermano el dinero conseguido con las famosas fotos de Mar Flores con Alessandro Lequio en la cama, de las drogas...

Coto, con una camiseta con la foto de Lequio con Mar Flores.

Coto, con una camiseta con la foto de Lequio con Mar Flores.

"Mi hermano me ha hecho muchísimo daño"

P.: Las drogas fueron mucho tiempo tus compañeras de vida, ¿no? 
C.M.:
En su momento fueron mi salvavidas, porque empecé a consumirlas para escapar de los problemas, pero me arrepiento de su consumo exagerado. Me perjudicaron enormemente la salud. Y, por suerte, he sabido dejarlas... 

P.:¿Por qué desprecias tanto a tu hermano Kiko?
C.M.:
Se me hace muy difícil hasta nombrarle. Me ha hecho muchísimo daño. Y lo ha hecho conscientemente. Me ha difamado, intentó cerrarme todas las puertas profesionales, es un envidioso. Me odia desde el día que nacimos y le agradecería que no me nombrara jamás. Cuando nos sacaron del vientre de nuestra madre a los siete meses de gestación, yo aparecí agarrando a mi hermano del cuello, lo que le produjo una hipoxia fetal, una ausencia de oxígeno en el cerebro que le supuso lesiones irreversibles. Es un ejemplo de cómo se produce una psicopatía, porque es un psicópata. Ya desde dentro, yo luchaba contra Satanás. No le perdonaré jamás que dijera que yo maltraté a mi madre y que le pegaba para quitarle su dinero y comprar drogas. Es una suprema mentira. Si he querido y respetado a alguien, es a mi madre.

P.: ¿Ni en sus peores momentos le has llamado para animarle? 
C.M.:
Desde luego que no.

P.: Y la relación con tu padre... 
C.M.:
Era un maltratador y un enfermo.

"No trabajaría en 'Sálvame' por nada del mundo"

P.: ¿Qué recuerdos te trae tu paso por prisión?
C.M.:
Me han encarcelado tres veces y las recuerdo con alegría. La memoria es selectiva y uno conserva siempre lo mejor de lo peor. Aprendí a vivir aquella situación y hasta le saqué partido. La soledad es el alimento del espíritu y disfruto estando solo.

P.: Incluso, como tú mismo dices, ¿internado en una celda mugrienta, que olía a orines y miedo? 
C.M.:
Era una celda de aislamiento, una absoluta vergüenza. La cárcel Modelo de Barcelona era horrenda. Dejaba a las prisiones turcas como un hotel de lujo.

P.: ¿Y qué te ha enseñado la vida? 
C.M.:
Que somos seres espirituales. 

P.: ¿Qué historia tiene el tatuaje de tu cabeza?
C.M.:
Me lo hizo un neozelandés en Tailandia. Tiene una simbología espiritual, es un nexo de unión con Dios, aunque me pasé mucho tiempo sin mirarme al espejo.

P.: ¿Aceptarías un trabajo bien remunerado en "Sálvame"?
C.M.:
No. Por nada del mundo. Me arrepiento totalmente de mi etapa televisiva. Puede parecer un milagro que alguien como yo, que estuvo hundido, haya conseguido la felicidad. Soy más feliz ahora que en la etapa en la que la tele abultó mi cuenta corriente. 

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