Los desastres de la cirugía estética entre los famosos
Te desvelamos los peores errores de las operaciones estéticas de los famosos. ¡No parecen ni ellos!
Melanie Griffith, antes y ahora.
Cada vez son más los famosos adictos al bisturí, al bótox y a todo tipo de transformaciones que los convierten, en el mejor de los casos, en desconocidos y, en el peor, en esperpentos… ¡Aquí tienes los más sonados!
YURENA: "Si? cambie?, si? cambie?, si? cambie?..."
Los labios de la "superviviente" y su nariz eran muy distintos en el 2000, cuando la conocimos.
Tamara, Ámbar, Yurena... El caso es que la reina de "La casa del árbol" de "Supervivientes", de 51 años, ha reconocido sin problemas que ella sí ha cambiado su aspecto con tres "retoques", como ella les llama: un aumento de pecho hace ya muchos años, nariz y labios. La vasca, número uno con su "No cambié" en el año 2000, es hoy una mujer mucho más lista y segura que ha sabido aprovechar al máximo sus momentos de fama y que tiene claro que, aunque ella se encanta, no tiene por qué despertar ese mismo sentimiento en el resto del mundo. "Todo lo que hago es para sentirme bien –ha declarado en más de una ocasión–. Luego, el cómo te vean los demás, no es problema mío".
MICKEY ROURKE: el "rey" del bisturi?
Si fuera ahora, Kim Basinger jamás pasaría nueve semanas y media con él.
Poco o nada queda de aquel sexy galán que enloqueció a Kim Basinger en "Nueve semanas y media". Sus excesos con el alcohol y las drogas y su regreso al boxeo en los años 90 han convertido a Mickey Rourke en el séptimo en el "ranking" "Los más feos de Hollywood", elaborado por "La guía del cirujano". Y Rourke es consciente de ello. Sabe que no eligió bien a los médicos que, hace ya más de dos décadas, lo llevaron cinco veces al quirófano para arreglarle una fractura de pómulo y dos de nariz (para una de ellas se le extrajo cartílago de una oreja). Aunque la culpa no es, ni mucho menos, del boxeo. Las operaciones de párpados, los injertos de cabello y el resto de "arreglos" que se ha hecho han acabado por destrozarlo. El resultado no podía ser peor.
El actor se ha quedado sin expresión.
MEG RYAN ya no es la dulce Meg
La conocimos siendo uno de los rostros más angelicales de Hollywood, pero ahora parece otra persona.
Aunque la otrora bella Meg empezó a "tunearse" en el 2002, su aspecto de hace un tiempo en los Premios Tony, en los que estaba verdaderamente irreconocible, la convirtieron en "trending topic" y en la reina de los memes comparándola con el ecce homo de Borja y con el entrañable muñeco Netol. Aunque ella aseguraba que estaba en contra de la cirugía estética –no del bótox–, parece evidente que ha cambiado de opinión ya que, según la prensa norteamericana, se ha sometido a cirugía ocular, a un implante de labios (lo que le ha provocado esa "boca de pato") y pómulos y a un "lifting" en el cuello. Y se ha quedado "planchada", a pesar de que, a sus 59 años, es natural –y casi obligado– tener alguna arruguita. El tuit de un fan lo dice todo: "Cuando Harry encontró a Sally, la cara de Sally no era de plástico".
SYLVESTER STALLONE compartía cirujano con su madre
El protagonista de películas míticas de acción como "Rocky" o "Rambo" se ha convertido en una caricatura de sí mismo.
La transformación del rostro de Rambo es evidente y, a pesar de que Stallone, que el 6 de julio cumplió 75 años, prefiere no hablar del asunto, es evidente que el exceso de bótox le ha pasado factura: ojos minúsculos, boca y mandíbula torcidas... Aunque ya dicen que de casta le viene al galgo. Su madre, la experta en culomancia Jackie Stallone, no sólo le inculcó la obsesión por la cirugía, ambos incluso compartían médico plástico.
MELANIE GRIFFITH, la "trucha enfurrun?ada"
La actriz ha perdido la frescura que emanaba en "Armas de mujer" (1988).
La exmujer de Antonio Banderas, de 63 años, se ha sometido a estiramientos faciales y a un levantamiento de frente y, sí, ya no tiene arrugas, pero también ha perdido la expresividad y los labios se le han destrozado por tantas infiltraciones para engrosarlos. Hace tiempo, su colega Jane Leeves ("Fraisier") decía de ella: "No estoy dispuesta a pasar por el quirófano para aferrarme a la juventud unos años más. Mira lo que le ha pasado a Melanie Griffith: su carrera está arruinada desde que se volvió loca por la cirugía estética. Era guapísima y ahora parece una trucha enfurruñada". Enfurruñada, pero muy tersa.
LATOYA JACKSON: todo para ser como Michael
La hermana del rey del pop era una jovencita preciosa.
Ver a Latoya y no recordar al difunto Michael Jackson es imposible porque la cantante está siguiendo exactamente la misma senda que su hermano, es decir, borrar cualquier matiz de color de su rostro y convertirse en otra persona a base de estiramientos faciales, rinoplastias de escándalo, implantes de pómulos y mucho bótox. Latoya, que cumplió 65 años el pasado 29 de mayo, no guarda ya similitud alguna con aquella jovencita guapísima –y negra– que empezó haciéndole los coros a su hermano. Michael se descontroló completamente con sus modificaciones físicas y ella ha acabado igual.
RAY LIOTTA, el otro "jocker" de Hollywood
Los rellenos inyectables mal puestos le han provocado al actor, de 66 años, una sonrisa malvada que recuerda al Jocker de Batman.
Era uno de los guaperas por excelencia del cine de los 80 pero la obsesión de Ray Liotta, de 66 años, por atrapar la eterna juventud, lo ha convertido en un esperpento. Su adicción a la cirugía estética lo ha llevado a hacerse "liftings" en varias ocasiones y a ser un habitual del bótox hasta que sus preciosos ojos azules se le han reducido a la mínima expresión. Aunque eso no es, ni mucho menos, lo peor.
Lo obvio es el rictus maligno que se le ha quedado producto de los estiramientos faciales y esa extraña sonrisa estilo Jocker de Batman causada por rellenos inyectables que deberían haberle "refrescado" el cutis y se lo han congelado. "Triste por ver tanto talento ahogado en silicona", tuiteó un fan hace tiempo.
DONATELLA VERSACE: "No soy asi? gene?ticamente, uso mucha crema"
Mientras trabajó con su hermano, Donatella era una chica "normal".
Aunque parezca que la culpa de que la estilista luzca un rostro tan deforme es de las cremas, la hermana de Gianni Versace, de 66 años, "olvida" que se ha sometido a un aumento de labios y pómulos, una rinoplastia, "liftings" y tratamientos indiscriminados de colágeno y bótox. Lo más curioso es que, a pesar de haberse convertido en una especie de muñeca hinchable sin expresión, Donatella está encantada y tiene las redes sociales colapsadas de fotos suyas. Empezó a cambiar en el 2002, tras su divorcio. "No creo en las mujeres totalmente naturales", decía.