Isabel Pantoja cumple 66 años rodeada de polémicas
La artista, distanciada de sus hijos y nietos, sigue acuciada por las deudas, sin un futuro profesional claro e intentando vender Cantora
Isabel Pantoja, muy entregada, durante uno de sus conciertos.
Este 2 de agosto, Isabel Pantoja celebra su 66º cumpleaños. Éste es, sin duda, el aniversario más triste de su vida, ya que será el primero tras la muerte de su madre, doña Ana, lo pasará distanciada de sus hijos, nietos y amigos, y con otros frentes abiertos: sus problemas económicos, deudas con Hacienda y con particulares, entre ellos la quiosquera Loli, a la que debe 76.000 mil euros, y su incerteza profesional.
La tonadillera, además, podría despedirse de su finca Cantora si, finalmente, llega a un acuerdo de venta con el empresario que ya le compró uno de sus áticos, en Fuengirola (Málaga). Eso, si convence a su hijo Kiko, que es dueño de la mitad de la finca, de que venda también. Algo a lo que el joven sólo estaría dispuesto a dar su visto bueno si el comprador se hace cargo de las deudas de su madre que afectan a la propiedad.
Puestos en contacto con fuentes cercanas a la empresa de Antonio Trujillo, la entidad que pretende adquirir la finca, nos aseguran que "el interés es evidente, pero a un precio razonable". Al parecer, entre la cantidad que piden Isabel y su hermano Agustín, siempre presente en los negocios de la artista, y la que ofrece la parte contraria hay una diferencia notable.
Así es Cantora, la finca que quieren vender Isabel Pantoja y Kiko Rivera.
Un piso en una zona "bien" de Madrid o instalarse en América
Trujillo, que se dedica a la inversión inmobiliaria y ya tiene puesto a la venta el ático de Fuengirola, sigue negociando en el tema de Cantora. La fuente indica que, "si la oferta de venta se ajusta a su precio real, se llegará a un acuerdo, porque tiene que quedar un margen para obtener beneficios. Pero si se sigue engordando el precio será difícil llegar a una entente. En cuanto a las deudas contraídas, habrá que ver si se pueden resolver o no…".
Si, al final, se oficializa la venta, será el último cumpleaños que celebre Isabel en una finca en la que ha vivido tantos y tan buenos momentos. Se especula con que quiere comprarse un piso en una urbanización de lujo cercana a Madrid, pero también que estaría dispuesta hacer las maletas e irse a América.
Ahí, se barajan dos países, Argentina y México, donde la recibirían con los brazos abiertos y podría revitalizar su carrera. Sabemos que un intermediario español, que prefiere mantenerse en el anonimato, negocia con el representante de Pantoja (vuelve a aparecer el nombre de Agustín) un contrato para que la tonadillera actúe en ocho ciudades de EEUU, una importante gira que se iniciaría en noviembre.
Nadie entiende por qué no han firmado ya el contrato
Pero el "hermanísimo" no termina de dar el visto bueno y nos cuentan que los empresarios norteamericanos empiezan a impacientarse. El retraso no se entiende, ya que, según personas cercanas a la artista, la oferta es cuantiosa, alrededor de 150.000 euros por concierto en ciudades donde el público hispano es numeroso como Los Ángeles, Miami, San Francisco, Nueva York o Houston.
"El asunto se encuentra en standby", nos dice una persona que conoce bien el estado de las negociaciones. "Se está esperando a que Isabel y su representante firmen el documento que les han mandado. Se espera que en estos días contesten para empezar a mover la gira. Es evidente que esto les interesa y no se entiende que se esté postergando tanto la firma. No es lógico el retraso… porque los beneficios para Isabel son cuantiosos", asegura.
"Vuestra bandera también es mía"
Entre unas cosas y otras, Isabel sigue en un primer plano de la actualidad. Como es sabido, recientemente recibió el premio 'Mister Gay 2022' en el transcurso de los actos de celebración del Orgullo LGTBI+ en Madrid y, en su discurso de agradecimiento, lanzó algunas frases que dieron lugar a muchas especulaciones. "Vuestro orgullo es mi orgullo, soy una más de ustedes, que lo sepáis, por y para siempre. Sin vosotros, no estaría aquí de pie. Vuestra bandera también es mía", dijo la artista sevillana.
Mientras algunos, como Jorge Javier Vázquez, interpretaron esas frases como "una salida del armario", otros las vieron como simple solidaridad con el colectivo. Ante las especulaciones, Isabel salió al paso, con rotundidad: "No he salido de ningún armario, sólo quería empatizar". A lo que su hija, Isa, añadió que "mi madre se une a la lucha del colectivo, no creo que sea una declaración más allá de lo que dijo. Lo intentaron comparar con el discurso de María del Monte, pero no es así".
"Yo no tengo por qué ponerme ningún cartel de nada"
María e Isabel mantuvieron una estrecha amistad hace unos años y la primera, que es madrina de Isa, presentó hace menos de un mes a su compañera sentimental, la periodista Inmaculada Casal, con la que comparte techo y amor desde hace más de 20 años.
Alberto Dugarte, íntimo amigo y maquillador de la Pantoja, opina que "me parece ridículo que dé un mensaje de apoyo, comprensión y amor a un colectivo se interprete que una persona sale del armario".
Con todo, cabe recordar unas frases que Isabel le dijo a Jesús Quintero, "el Loco de la Colina", en un programa de televisión: "Cada uno tenemos una vida y un camino trazado y, en ese camino te ocurren cosas de una manera o de otra. Y si te pasan, tienes que aceptarlas tranquila y felizmente. Y yo no tengo por qué ponerme ningún cartel de nada".
No habla con sus nietos ni por teléfono
Isa ha planeado sus vacaciones con su pareja, Asraf, y su hijo, Alberto, y no es probable que visite a su madre.
Aunque a su abuela le encantaría verlas, Kiko, muy enfadado con su madre, no llevará a sus hijas, Ana y Carlota, a felicitarla.
Este 2 de agosto, Isabel, seguramente, no podrá celebrar su cumpleaños con las personas que más quiere: sus cuatro nietos, los hijos de Kiko (Fran, Ana y Carlota) y el de Isa (Alberto). Es posible que alguno la llame para felicitarla, pero últimamente no tiene contacto con ellos, ni tan siquiera telefónico, dado el distanciamiento que existe entre la cantante y sus dos hijos, Kiko e Isa.
Con su hija Isabel habla de vez en cuando, pero con Kiko nada de nada, ya que éste sólo tiene reproches para su progenitora. Madre e hijo no se ven desde el día en que, a finales de septiembre del 2021, el joven fue a Cantora para darle el pésame por la muerte de doña Ana, a la que su nieto adoraba. Desde entonces, el cisma familiar es absoluto.
