Kate Middleton: las curiosas y estrictas reglas que debe seguir
Futura reina de Inglaterra, la duquesa de Cambridge ha tenido que interiorizar una serie de normas para convertirse en miembro de pleno derecho de la estricta familia Windsor
Auténtica joya de la corona británica y llamada a ser una de las reinas más bellas de Inglaterra, Kate Middleton sopló el pasado 9 de enero las velas de su 40º cumpleaños. Fue una celebración íntima, en su casa y con su familia, pero la efeméride de su llegada a la cuarentena no ha pasado desapercibida para Buckingham Palace.
Para conmemorarla oficialmente se han publicado tres fotografías de la duquesa de Cambridge hechas por el prestigioso fotógrafo italiano Paolo Roversi. En las imágenes, Kate luce tres modelos de la firma inglesa Alexander McQueen, unos pendientes cedidos por la reina Isabel II y otras joyas heredadas de su suegra, Diana de Gales.
Las imágenes se tomaron durante una sesión de cuatro horas que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en el Real Jardín Botánico de Kew Gardens, en la que se llegaron a captar hasta 250 instantáneas. Finalmente, las tres elegidas por la duquesa pasarán a formar parte, a partir del año 2023, de la National Portrait Gallery de Londres, de la que la esposa de Guillermo es patrona. Pero, antes de eso, se exhibirán en tres lugares elegidos por la propia Kate por tener un significado especial para ella: en el condado de Berkshire, donde la duquesa pasó su infancia; en la Universidad de Saint Andrews, centro en el que estudió y conoció a su futuro marido, y en Anglesy, localidad en la que vivió con él en los primeros años de su matrimonio.
Se ha sabido que Kate, al principio, tuvo dudas sobre este posado, pero tras tener un primer encuentro con el fotógrafo, se convenció para hacerlo. Ahora, después de haber visto el resultado, está muy contenta porque las fotos destilan belleza, naturalidad y elegancia. Una plasmación muy exacta de que, siendo muy ella, es ya muy Windsor.
En los 10 años que lleva casada con Guillermo, Kate ha aprendido a serlo. Y no es una tarea fácil porque pertenecer a la Familia Real inglesa significa tener que pasar por muchos "aros". Algunos de ellos realmente curiosos.
No puede firmar autógrafos ni hacerse selfis
Según las estrictas reglas de la Corona, Kate sólo puede rubricar documentos oficiales aprobados por la Reina. Se le prohíben los autógrafos o los selfis a desconocidos, porque su firma o su imagen podría caer en manos de falsificadores. El protocolo sólo le permite estrechar la mano.
Vedado el trabajo
Aunque licenciada en Historia del Arte e interesada por la carrera diplomática, su boda el 29 de abril del 2011 le quitó cualquier opción de acceder al mundo laboral. Middleton no puede realizar ninguna labor remunerada. Sólo se le permite trabajar en organizaciones benéficas, sin cobrar.
Adiós a mejillones, ostras y pasta
Esta regla se creó en la familia hace años para evitar incómodas intoxicaciones e intentos de envenenamiento a través del marisco. El veto a la pasta y las patatas es para las cenas porque la reina, poco amiga de los carbohidratos, impuso que esos alimentos no se sirviesen por la noche.
Color de las uñas
No se las puede pintar como quiera. Según el código real, su manicura tiene que ser en tonos "nude" y no las puede llevar largas. Comparte con la reina, su predilección por un esmalte: el tono "ballet slippers", de Essie. El protocolo le impone llevar maquillaje muy discreto, le obliga a usar pantis y no puede quitarse ni ponerse ropa en público.
La reina marca la pauta
Cuando Kate come con Isabel II está obligada a dejar de comer si la reina da por acabada su comida y a levantarse si ella se pone en pie. Estas normas se aplican a todos los comensales de una comida o cena oficial. También, y a pesar del parentesco, sólo puede hablar si ella lo hace primero y nunca darle la espalda.
Prenda de color negro
El personal de la duquesa sabe que cuando prepara su equipaje siempre tiene que incluir un conjunto completamente negro, ya que debe estar preparada para lucir apropiadamente en un funeral. La regla se estableció después de que Jorge VI, padre de Isabel II, muriera cuando ella estaba en África y se encontró sin ninguna prenda de ese color.
Ni voto, ni política
Aunque no hay ninguna ley que se lo prohíba (tiene el derecho como cualquier otro ciudadano en un país democrático), Kate no vota en las elecciones, ni puede dar su opinión sobre política, ni postularse para ningún cargo público. Es una norma impuesta por la reina para potenciar la supuesta neutralidad política de la institución.
Las demostraciones de cariño, en privado
Jóvenes y enamorados, Kate y Guillermo tienen restringidas sus declaraciones públicas de amor. No pueden besarse, ni abrazarse, ni hacerse carantoñas. Como mucho, tomarse de la mano y mirarse con ternura.
No al Monopoly
Aunque parezca mentira, dentro de la Casa Real está vetado jugar al Monopoly, desde que el duque de York, en el 2008, definiera este conocido juego de mesa de compraventa de inmuebles como un pasatiempo "vicioso". Parchís, pimpón, bridge, Scrabble o juego de la oca, sin problemas.
No puede viajar con la familia
Los miembros de la familia no pueden viajar juntos en un avión, barco o tren para evitar que, en caso de accidente, se pusiera en peligro la línea de sucesión. Kate no puede viajar con sus hijos y su suegro, Carlos de Inglaterra.
Nada de pieles
Por el código de vestimenta, no puede lucir pieles, escotes pronunciados o minifaldas y debe evitar, en lo posible, los pantalones. Tiene que llevar sombrero o pamela en eventos formales, sentarse con delicadeza y, en las fotos, posar con la barbilla paralela al suelo.