Mainat rompe su silencio, muy preocupado por sus hijos pequeños
Tras saberse que investigan a su mujer por, presuntamente, intentar asesinarlo, reconoce que ha cambiado tres veces de domicilio
El productor siente auténtica devoción por sus peques y le aterra que sufran.
Desde que, el pasado 1 de octubre, salió a la luz que Ángela Dobrowolski, la esposa de Josep Maria Mainat, estaba siendo investigada por el presunto intento de asesinato con alevosía del productor, el barcelonés barrio de Horta, normalmente familiar, se ha convertido en un hervidero de cámaras de televisión, reporteros gráficos, micrófonos... y de curiosos.
Los niños viven ahora con su padre y su madre les ve siguiendo las instrucciones del juez.
Al principio, Mainat trató de distanciarse esperando que la justicia hiciese su trabajo, pero han sucedido tantas cosas estos días que el productor se ha visto obliga- do a romper su silencio mediante un comunicado, principalmente, para proteger a sus pequeños. “Los medios están afectando a mi familia”, aseguró.
Su casa, presunto local de una casa de citas
Por si el caso no estuviera ya suficientemente complicado, los últimos rumores apuntan a que Ángela podría haber estado alquilando habitaciones de su gran mansión conyugal a “escorts” para citas sexuales. Es ahí donde aparecen otros dos personajes de esta historia: la rusa Alina y su novio, Gabriel, un “escort” venezolano que, según las declaraciones de la mujer, habría sido contratado por la esposa de Mainat para convertir el casoplón de Horta en un prostíbulo de lujo.
Esta semana, nuestro reportero Joan Jolis se ha desplazado hasta el domicilio de Mainat donde seguía viviendo Ángela a pesar de la orden del juez de abandonar la vivienda, para saber qué se cuece frente a esa valla metálica convertida estos días en la más famosa de la televisión. ¿Quién le habría dicho al “rey Midas” de la televisión hace sólo unos meses que estaría viviendo todo esto?
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