Marta López Álamo se sincera sobre su enfermedad: "Mi madre llegó a decirme 'muérete si quieres'"
La influencer se ha vuelto a sincerar sobre los problemas que tenía con la alimentación
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Marta López Álamo se ha sincerado como nunca sobre su enfermedad. Durante esta etapa lo pasó muy mal, tanto que incluso su madre llegó a tirar la toalla con ella. ¡Esto es lo que ha contado!
"A mí me sacó del TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria) las redes sociales. A mí me gusta considerar la comida como mi gasolina y ver fotos de comida me salvó, justo cuando estaba en el tramo final de mi enfermedad", ha desvelado en una entrevista con el youtuber 'Staynutri'. Marta ha revelado que, en su peor momento, "yo me veía hiperdelgada, pero quería más".
Marta López Álamo: "Es como cualquier otra adicción"
La joven ha desvelado que, durante su TCA, no había nada que la pudiera ayudar: "Yo pasé por 10 psicólogos y les mentía a todos. Solo sales cuando quieres salir. A mi madre le dijeron de ingresarme y ella dijo que no, porque cuando yo saliera del hospital, iba a volver a dejar de comer".
"Los hospitales y los psicólogos están geniales, pero tiene que haber una voluntad de la persona, de salir de ahí. Es como cualquier otra adicción", ha insistido Marta.
"Tenía rituales sin sentido y me castigaba"
La mujer de Kiko Matamoros ha asegurado que "yo me levantaba cada mañana a las 3 de la mañana para hacer abdominales y ejercicio. También subía las escaleras al cuarto piso para lavarme los dientes cuando tengo baños en cada planta, solo por hacer deporte". "Yo tenía rituales sin sentido y me castigaba", ha añadido.
Cuando estuvo en su etapa más crítica, decidió dar el paso: "Hubo un momento que me dijo la nutricionista: 'o comes o te mueres'. Entonces, comencé a ver en Instagram la comida y los ejercicios y... A mí me gusta estar delgada y no pasa nada. Entonces me dije que podía tener el cuerpo que quiero y también comer. Recuerdo que me comí un paquete entero de galletas integrales".
"Un día decidí volver a comer porque quería vivir"
"Hubo un momento que mi madre ya me dijo: 'muérete si quieres'. Imagínate cómo debe de estar una madre para que te diga eso. No podía más", ha recordado, y fue entonces cuando "un día decidí volver a comer porque quería vivir".
"Yo ahora puedo comer lo que me dé la gana sin sentirme culpable y eso nunca me pasaba antes", ha asegurado, queriendo acallar las críticas que recibe sobre su peso y salud actual.