Olga Moreno, la mujer de Antonio David Flores, acudió este sábado por primera vez a un programa de televisión. Su debut fue en «Sálvame Deluxe», con una entrevista de la mano de Jorge Javier Vázquez, y con un motivo muy claro: defender a Rocío Flores.
«Se han dicho tantas cosas de Rocío que no son verdad que no es justo», explicó Olga y aseguró que lo que más le ha dolido es «que digan que Rocío parece una niña de ‘Hermano Mayor’. Si fuera violenta o agresiva, yo no estaría aquí sentada. Rocío tiene carácter pero tiene un corazón que ya me gustaría tener a mí».
Además, Moreno confesó que Ro le había llegado a preguntar si su madre (Rocío Carrasco) no la quería, «hace unos tres o cuatro años. Es duro que te pregunten eso y sé que es una pregunta que le sigue rondando», explicaba visiblemente emocionada.
«Rocío Carrasco, desde mi punto de vista, no puede ser feliz, yo soy feliz», transmitió, y argumentó que «yo tengo una hija de 6 años y no podría pasar ni un día sin verla». Además, admitió que ha tenido la tentación de llamarla en alguna ocasión: «No entiendo qué puede pasar por su cabeza, el por qué no se habla con sus hijos».
Se derrumba al hablar de la demanda
La diseñadora y pareja de Antonio David no ha podido evitar derrumbarse cuando Jorge Javier le ha preguntado por la reacción de Rocío y David Flores cuando se enteraron de la demanda que le puso Carrasco a su padre para meterlo en la cárcel.
«David se lo dijo primero a su hija y se hartó de llorar», relató Olga mientras se secaba a las lágrimas, «le dijo que él no iba a ir a la cárcel». En cuanto al pequeño David, le dijo «Papá, no te preocupes, nosotros estamos contigo».
El feo que le hizo Carrasco a su hijo
Olga también ha confesado un episodio que vivió con David Flores y Rocío Carrasco en los juzgados. La mujer de Antonio David acudió en calidad de acompañante del hijo de su marido y, cuando vieron a la madre del chico, «el niño y yo nos levantamos a saludarla. Y nada», aseguró.
Entonces, afirmó que fue un momento muy «muy duro para el niño» y que, lejos de quedarse callada, muy afectada por el desaire de Carrasco, no dudó en acercarse y preguntarle que si no iba «a saludar» a su hijo.