Ramón García: "He conseguido que los niños dejen el móvil y miren la tele"
El presentador de 'El Grand Prix' no descarta que pueda haber otra edición del programa en invierno
Ramón García: "Estoy soltero y tranquilo"
Ramón García en el Grand Prix del verano.
P.: Se te quiere muchísimo, se valora la pasión y la entrega que le pones a tu trabajo. Tú mismo has dicho muchas veces que tú no trabajas por dinero sin por amor a la profesión.
R.G.: Hombre, ¡cuando uno trabajo quiere que le paguen, eso está claro! Tonto no soy… pero nunca ha sido mi prioridad y la gente que me ha contratado y conocido lo sabe. A mí siempre me ha llamado más el proyecto, lo que me gustaba hacer en ese momento. Y he tenido la suerte de, con el tiempo, hacer programas que quería hacer. ¡También he hecho algún truño, no creas tú que no! Alguna cosita hay por ahí regulinchi.
P.: Pero has conseguido ser una gran figura de la televisión, ¡eres Ramontxu de España!
R.G.: Pero, ¿sabes qué es lo realmente importante? Lo importante es tener trabajo, disfrutar de tu trabajo. Cuando uno lleva 40 años en esta profesión, yo ahora miro para atrás y me da vértigo decir: “¡Madre mía, 40 años, con lo difícil que es esto!”. Pero lo he conseguido. Siendo de Bilbao, tampoco es difícil, ja, ja.
P.: Hay generaciones que además se han enganchado a ti ahora con el regreso de “El Grand Prix”. ¿Habrá edición de invierno, como se ha rumoreado?
R.G.: Confirmado no está, pero hay muchas posibilidades de que hagamos algo, quizás de cara a Navidad.
P.: ¿Qué balance haces de este regreso?
R.G.: El balance es éste: ver a un montón de niños que no veían la tele y ahora ven la tele generalista, que han dejado el móvil encima de la mesa y que han vuelto a sentarse con sus padres y sus abuelos a ver “El Grand Prix”. Eso pasaba en los 90, pero que pase en 2024 es un milagro. Hemos conseguido ese milagro. Los datos de “El Grand Prix” de niños y adolescentes son espectaculares. Es lo que cualquier televisión quiere tener porque son los nuevos clientes, y nosotros los hemos rescatado.
P.: ¿En qué momento te encuentras?
R.G.: ¡Estoy para comerme! Muy feliz.
P.: ¿Has rehecho tu vida personal, tras su separación? ¿Estás enamorado?
R.G.: No, estoy solo y tranquilo.
P.: ¿No te apetece enamorarte?
R.G.: No tengo mucho tiempo. Pero cuando llegue, llegará. No me costará contároslo.