Hablamos con el conductor que ayudó a una mujer a dar a luz en su autobús
Antonio Rodríguez, con 23 años de experiencia, se emocionó en el momento del parto

Antonio Rodríguez, a bordo del autobús que conduce.
En el día a día, a veces vemos cosas que nos sorprenden, como lo que sucedió el 30 de mayo en Valencia. Antonio Rodríguez, un conductor de autobús de 53 años y con 23 de experiencia, no sabía que esa mañana se iba a convertir en un héroe. Y es que, a las 7.20 h de la mañana, una mujer se puso de parto en su vehículo. Gracias a su rápida reacción, llegaron en un tiempo récord al hospital.
Antonio Rodríguez: Me emocionó la solidaridad de la gente”

Este es el autobús que conducía Antonio Rodríguez.
PRONTO: Antonio, enhorabuena. Cuéntenos cómo sucedió todo.
ANTONIO RODRÍGUEZ: Yo empecé mi turno a las 5.30 h de la mañana. Y, al inicio de la tercera vuelta se subió una pareja, ella embarazada. Al cabo de dos paradas, se acercó una pasajera que me dijo que había una mujer que no se encontraba bien. Y la verdad es que ya me había dado cuenta de que no tenía buena cara.
P.: ¿En ese momento la mujer se puso de parto?
A.R.: No, yo seguí conduciendo pensando que seguramente se dirigían al hospital. Pero a los tres minutos, la chica se vuelve a acercar, mucho más nerviosa, y me dice que la mujer acababa de romper aguas y que el bebé ya estaba naciendo.

La rapidez del conductor fue clave.
P: ¡Qué rapidez! ¿Y qué hizo entonces?
A.R.: Me giré y vi que el pasaje estaba gritando: “Hay que hacer algo, hay que hacer algo”, mientras la mujer estaba dando a luz con la ayuda de su marido y de la chica con la que había hablado. En ese momento pensé que ir al hospital era más importante que el servicio que estaba realizando. No lo dudé ni un segundo.
P: Y los llevó rápidamente allí.
A.R.: Eso es. Me levanté y a los pasajeros, que debían de ser unos 25 o 30, les dije que el servicio quedaba invalidado y que me iba a desviar al hospital más próximo. Y todos, al unísono decían: “Sí, sí, rápido”. Me emocionó ver la solidaridad de la gente, que en todo momento me estuvieron apoyando durante el trayecto. Fui por una vía de servicio hacia la clínica tocando el claxon. Y los coches, al ver que la velocidad no era la habitual en un autobús, se iban apartando como si fuera una ambulancia.

Todos los pasajeros aplaudieron al conductor.
P: ¿Y cuando llegó al centro hospitalario atendieron a la mujer enseguida?
A.R.: Sí, pero porque seguía tocando el claxon para atraer su atención. Es que llegué antes que el 112. En el momento en que vino el equipo sanitario y se llevaron a la mujer con una camilla todos los pasajeros se pusieron a aplaudir. Hay quien dice que fue por mí, pero fue por el final tan feliz que acababa de suceder.
P.: Seguro que también fue gracias a su rápida reacción.
A.R.: Eso es lo que dicen, sí, pero yo hice mi trabajo.
P.: ¿Y los padres le han dicho algo?
A.R.: Antes de ir con su mujer, el padre del bebé se me acercó, me dio varias palmadas en la espalda y me dio las gracias.