Hace apenas cuatro cuatro años, Desirée Vila, de 21, sufrió una grave lesión durante un entrenamiento de gimnasia acrobática, que la llevó hasta un hospital donde le esperaba otro calvario, una negligencia médica que le costó la amputación de la extremidad y estuvo a punto de acabar con su vida.
Además del duro proceso de recuperación física y mental, esta joven gallega tuvo que afrontar, con poco más de 16 años, un largo y complicado proceso judicial por el error del que fue víctima y del que dos años después salió airosa.
Ahora, todo aquello ha quedado atrás y Desirée está concentrada en su nueva vida en Madrid como atleta paralímpica. El deporte le ha enseñado a aceptar su discapacidad y le está reportando grandes alegrías personales. De hecho, ahora ya se está preparando a fondo para el Mundial de Atletismo de Dubái, que se celebrará en noviembre.
«Lo importante es marcarse metas, ser capaz de aceptar los cambios y ver la parte positiva», nos ha dicho Desirée.