Entrevista exclusiva con la abogada de la ama de casa indemnizada con más de 204.000 euros por su ex
La abogada de la ama de casa indemnizada con más de 204.000 euros considera que es una victoria más social que legal y espera que se normalice la pensión por trabajo doméstico
El caso de Ivana Moral, una mujer de 48 años indemnizada con más de 204.000 euros por el cuidado de sus hijas, que ahora tienen 15 y 19 años, y de la casa, puede sentar precedente.
Como ya adelantamos en Pronto, el exmarido de Ivana deberá pagarle 500 euros mensuales durante los próximos dos años, 1.200 a las dos hijas de ambos y asumir los gastos del hogar, además de indemnizar a Ivana con 204.624,86 euros por los 25 años dedicados en exclusiva a su familia.
Esta sentencia de Vélez-Málaga puede generar una ola de demandas de muchas otras mujeres que se encuentran en una situación similar.
Hablamos con Marta Fuentes, la abogada que ha acompañado a Ivana Moral durante su batalla legal.
PRONTO: ¿Cómo ha sido todo el proceso?
MARTA FUENTES: Empezó en el 2018, aunque la demanda la interpusimos en el 2020, que es cuando Ivana se atrevió a dar el paso. Tenía mucho miedo, además de una dependencia emocional muy grande, y también económica. Antes de demandar a su exmarido, intentamos llegar a un acuerdo extrajudicial de todas las maneras posibles, incluso con propuestas irrisorias, porque Ivana tenía miedo a enfrentarse judicialmente a él.
P.: ¿Qué le llevó a dar el paso definitivo?
M.F.: De entrada, había un gran desgaste emocional. Ivana se sentía sola, ya que su exmarido trabajaba mucho fuera de casa. Como ella misma ha dicho, también hubo muchas infidelidades por parte de él. La pandemia también ralentizó todo el proceso. Hubo varios juicios. El último, en mayo del 2022, y, el pasado mes de febrero, obtuvimos la sentencia.
P.: ¿Con qué dificultades os habéis topado?
M.F.: Además de esperas, que desgastan mucho, judicialmente hemos tenido que acreditar muchísimas cosas. Ivana tenía muchas limitaciones, pero, por suerte, fue estratega o capaz de acumular mucha información que demostraba parte del patrimonio de su exmarido. Con esta documentación pudimos poner una demanda muy bien cimentada.
"No ha recibido nada porque aún no es una sentencia firme"
P.: Desconozco si Ivana trabajó fuera del hogar.
M.F.: Al principio, los ocho años previos a ser madre, ella y su exmarido tenían negocios con varios gimnasios. Ivana trabajaba en ellos, dando clases de aerobic y sevillanas y otras actividades, e incluso los limpiaba. Estuvieron tan mal económicamente que Ivana había llegado a dormir en el gimnasio. Cuando nacieron sus hijas, tuvieron que ir cambiando de pueblos para que él pudiera ir creciendo profesionalmente, mientras ella se dedicaba en exclusiva a las niñas y al hogar.
P.: ¿Cómo se encuentra?
M.F.: Contentísima, aunque aún no es una sentencia firme e Ivana no ha recibido nada. Todavía falta que el fallo se ratifique y es muy probable que él lo recurra. Si no paga voluntariamente, deberíamos presentar una demanda de ejecución. Aun así, Ivana está muy contenta, sobre todo, porque se la ha reconocido. Cuando le dije que habíamos ganado, no quiso saber la cuantía, sólo le importaba el reconocimiento. Ahora ella tendrá un balón de oxígeno para seguir adelante. Sus dos hijas son muy conscientes de todo lo que ha pasado y están muy felices con la sentencia.
P.: A partir de aquí, muchas mujeres podrán reclamar lo que les corresponde.
M.F.: ¡Por supuesto! El artículo 1.438 del Código Civil existe desde hace más de 40 años, pero en España, en aquel entonces, tener una separación de bienes, como el que tenía mi clienta, era bastante complicado. En Cataluña es más fácil, se tiene por defecto.
"Hará más visible el reconocimiento de las tareas domésticas"
P.: Esta sentencia, ¿ha sentado precedente?
M.F.: Más social que legal, porque ya existe jurisprudencia al respecto, aunque esta cuantía ha sido importante. No es la mayor, ni histórica, ni pionera, pero, socialmente, sí ha sido muy relevante.
P.: ¿Hemos avanzado algo con sentencias como ésta?
M.F.: Por lo menos, hará más visible el reconocimiento de las tareas domésticas. Antes, se asumía que éstas no tenían por qué valorarse ni cuantificarse. Pero, entonces, se produce una ruptura y la mujer se queda sin nada. Puede tener un reconocimiento como madre y esposa, pero ¿de qué come? La clave es que se normalice la pensión compensatoria por trabajo doméstico. Eso esperamos.