Timos a personas mayores: cuáles son y cómo evitarlos
El tocomocho, el timo de la estampita o el hurto amoroso son algunos de los delitos que más abundan
Los estafadores también llaman a la gente mayor haciéndose pasar por gestores del banco, con el fin de robarles las claves de sus cuentas.
Las personas de edad avanzada pertenecen al colectivo más débil de nuestra sociedad. Por eso, gente sin escrúpulos se aprovecha de ellas para intentar estafarlas, algo que suelen conseguir en la mayoría de los casos. Una de las víctimas recientes ha sido la abuela del novio de Gloria Camila, que fue víctima del timo del tocomocho. Los estafadores le sustrajeron a la mujer, de 85 años, 5.000 euros. “Es ‘heavy’ lo que la sociedad es capaz de hacer”, denunciaba la hija de José Ortega Cano.
Alejandro y Sonia, agentes de la Policía Nacional pertenecientes al Plan Mayor Seguridad de la Unidad Central de Participación Ciudadana, cuentan a tu Revista Pronto los timos más frecuentes que padecen nuestros mayores, la mayoría llevados a cabo por dos o más personas: una actúa de gancho y la otra u otras son las que realizan el hurto.
Timos más frecuentes en la calle
La estampita. El timador hace el papel de persona con discapacidad que lleva un fajo de billetes. En ese momento dice a la víctima que son estampitas y rompe algún billete para demostrar que, para él o ella, no tienen ningún valor. Entonces aparece en escena el gancho, que propone a la víctima un plan para quedarse con el dinero que, finalmente, resultan ser recortes de papel o de periódicos.
Timo de la estampita.
La mancha. Suele darse en cajeros automáticos, aunque también en establecimientos. Un miembro del grupo de ladrones mancha una prenda de ropa a la víctima. Al avisarla y ofrecerse a ayudarle a limpiarse, el compinche aprovecha para robarle los enseres personales que lleva encima.
Timo de la mancha.
El tocomocho. La víctima es abordada en la calle con la excusa de tener un décimo premiado y no poder cobrarlo. Le muestran incluso una falsa lista de boletos premiados donde aparece el número que le han enseñado y le ofrecen el décimo a cambio de una suma importante de dinero, pero inferior al premio. Si accede, la acompañan a su domicilio o al banco, cobran lo pactado y le entregan la lotería que en realidad no está premiada.
Timo de la estampita: Abordan a la víctima con la excusa de tener un décimo premiado y no poder cobrarlo. Hasta le muestran una falsa lista de boletos premiados donde aparece el número que le han enseñado y le ofrecen el décimo a cambio de una suma importante de dinero, siempre inferior a la cantidad ganada. Si accede, le acompañan al banco para cobrar lo pactado y le entregan el falso décimo.
Timo del tocomocho.
Hurto amoroso. Los agentes de la Policía Nacional consultados nos informan de que este robo va en aumento. El modus operandi es sencillo. El ladrón se acerca de forma cariñosa a su víctima, haciéndose pasar por un amigo o familiar de alguien que la víctima podría conocer. También con una actitud de querer ligar. Al abrazarle aprovecha para sustraerle la cartera, joyas, relojes, cadenas... Lo que puedan.
El timo del hurto amoroso.
Truco de la siembra. Se acomete en cajeros automáticos. Los delincuentes, bien vestidos, se colocan detrás de la víctima, fijándose en la clave de la tarjeta. Uno de ellos, justo antes de finalizar la operación, tira algo al suelo fingiendo que se le ha caído. En ese instante, el primero de los compinches se apodera de la tarjeta, aprovechando la distracción del titular, para sustraer todo el dinero que pueda.
Timo de la siembra.
Timos por móvil e internet
Mensaje de texto. Los estafadores envían un SMS al número de móvil de su víctima, con un texto en el que se hacen pasar por una entidad bancaria. El mensaje avisa al destinatario de que su cuenta dejará de funcionar y le instan a clicar un enlace donde, una vez dentro, le pedirán sus claves de acceso a sus cuentas.
Llamada de teléfono. El modus operandi es parecido al del mensaje de texto. En este caso, los delincuentes optan por llamar directamente a su víctima por teléfono, con el fin de poder conseguir su objetivo de manera más fácil. Se hacen pasar por gestores de su banco y le informan de algún tipo de problema en su cuenta bancaria. Para solucionarlo, le pueden pedir su número de cuenta, de tarjeta y las claves de acceso. Con esa información, le roban todo el dinero.
Timos en el domicilio
Falso técnico. Los ladrones se hacen pasar por revisores del gas o luz y, aparentemente acreditados, entran en el domicilio. Mientras una persona distrae a la víctima, la otra desvalija la casa.
Falsos vendedores. Engañan a las víctimas explicándoles que habían comprado colecciones de libros con anterioridad a otras empresas y que el contrato les obliga a adquirir las nuevas ediciones. Para evitar problemas, las víctimas pagan.
Consejos de la Policía Nacional para evitar los timos
