Artritis reumatoide: todo lo que tienes que saber sobre esta dolencia
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica y de origen desconocido que afecta a entre 200 y 400 mil españoles. ¡Descúbrelo todo sobre esta dolencia!
Si no se detecta a tiempo, la artritis reumatoide puede provocar la degeneración de algunas articulaciones. ¡Toma nota!
Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.
Ni aparece por el desgaste de los huesos como consecuencia de la edad como sí sucede con la artrosis, ni guarda relación alguna con la humedad y los cambios climáticos como el reúma.
La artritis reumatoide es una enfermedad que afecta, sobre todo, a mujeres y que puede aparecer entre los 25 y los 45 años, aunque el intervalo más afectado está entre los 45 y los 55 años.
¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es una dolencia inflamatoria crónica, la más común de las enfermedades reumáticas. En España, afecta a entre el 0,3 y el 1,6% de la población y es más frecuente en mujeres que en hombres. Si bien puede presentarse a cualquier edad, es más común en personas de entre 35 y 45 años.
¿Qué es lo que provoca la artritis reumatoide?
Las causas de la artritis reumatoide son de origen desconocido. Aunque sí se sabe que influyen factores ambientales, como el tabaco, y la predisposición genética. Esta última está presente en el 20-30% de los casos y, si bien no se sabe exactamente por qué, se sospecha que podría aparecer como consecuencia de la producción de unos determinados anticuerpos: una secuencia de aminoácidos que están presentes en exceso o bien de una variante de la proteína llamada tirosina fosfatasa intracelular.
¿Cuáles son los síntomas de la artritis reumatoide?
Los síntomas de la artritis reumatoide más frecuentes son los siguientes:
• Dolores articulares
• Rigidez en diferentes articulaciones al levantarse de la cama
• Inflamación
Con el paso del tiempo, los nudillos de los dedos se deforman, se tuercen y, en algunos casos, aparecen nódulos dolorosos (los llamados nódulos reumatoideos).
Además, puede provocar cansancio y, en algunos pacientes, es posible que se vean afectados otros órganos y que exista una mayor predisposición a sufrir dolencias como fibrosis pulmonar, pericarditis y vasculitis. El trastorno más frecuente es, sin embargo, el síndrome de Sjogre, una dolencia que causa sequedad de la boca y de los ojos y que está presente en aproximadamente en el 35% de los casos de los pacientes con artritis reumatoide.
¿Cómo se diagnóstica la artritis reumatoide?
El diagnóstico se realiza clínicamente, es decir, basándose en los síntomas que presenta el paciente. Por regla general, la existencia de inflamación en dos o más articulaciones en manos y pies ya hace sospechar la presencia de esta enfermedad.
Se solicita, además, una analítica para valorar diferentes parámetros como antipéptidos citrulinados (anti-CCP) y el factor reumatoide (FR) que, si resultan positivos, confirman el diagnóstico, pero que, si resultan negativos, tampoco lo descartan.
¿Qué tratamiento es mejor para la artritis reumatoide?
Es muy importante realizar un diagnóstico rápido para, de esta manera, actuar lo antes posible, ya que la enfermedad avanza con mayor rapidez durante los dos primeros años.
Ante la inflamación articular, se inicia un tratamiento con antiinflamatorios o corticoides. Los fármacos antirreumáticos enlentecen el curso de la enfermedad y, a veces, pueden llegar a detener su progresión.
Si los antirreumáticos no funcionan, en algunos pacientes se pueden utilizar fármacos biológicos. Existen otros medicamentos, a base de anticuerpos monoclonales, que mejoran el rendimiento físico. Además de la medicación, mantenerse activo y hacer ejercicio ayuda a disfrutar de una mejor calidad de vida.
¿Cómo mejorar la calidad de vida de una persona con artritis reumatoide?
Duerme una media de ocho o incluso nueve horas al día si el cuerpo te lo pide, porque descansar frena el dolor.
También es recomendable echarse una pequeña siesta de unos 30 minutos si se está fatigado.
Hay que evitar el esfuerzo físico y permanecer mucho tiempo en la misma postura (ya sea de pie o sentado).
Dependiendo del caso, se puede hacer ejercicio, pero es mejor evitar los deportes donde hay riesgo de sufrir choques o golpes sobre las articulaciones doloridas. Entre los deportes más saludables se encuentran la natación, el paseo y montar en bicicleta por terreno llano a velocidad moderada.
Cuando hay inflamación y dolor intenso, no se ha de mover la articulación afectada en la medida de lo posible. Tampoco es aconsejable doblarla o reposarla sobre un cojín. Por lo tanto, lo mejor es tenerla totalmente estirada.
Es preferible dormir con un colchón duro (si se quiere con una tabla bajo el colchón) y una almohada baja.
Para disminuir el agarrotamiento de la mañana, va muy bien tomar una ducha o baño de agua caliente.
¿Cuántos tipos de artritis reumatoide hay?
La artritis engloba hasta un ciento de enfermedades reumáticas, entre las que se encuentra la artritis reumatoide.Todas ellas afectan de una u otra forma a las articulaciones y, por eso, pueden llegar a confundirse.
1. Gota
Suele hacer acto de presencia a partir de los 40 años y afecta más a los hombres. La causa hay que buscarla en un exceso de ácido úrico, que el organismo no puede eliminar y acumula en pequeñas articulaciones (dedos de la mano o pie, tobillo, rodilla y muñeca). Los ataques de gota pueden inflamar, enrojecer y causar dolor en una de esas zonas en cuestión de horas. El tratamiento es necesario para evitar deformaciones crónicas y nuevos ataques.
2. Artrosis degenerativa
Es una enfermedad que afecta sobre todo a las articulaciones que soportan peso (caderas, rodillas, columna...), pero también puede sufrirse en la mano. Como consecuencia del desgaste del cartílago (encargado de amortiguar el espacio entre los huesos), la articulación va perdiendo movilidad hasta agarrotarse y deformarse.
El dolor se agudiza con el movimiento físico y se calma con el reposo. Como en la artritis reumatoide, se forman protuberancias, pero la articulación se inflama menos. A diferencia de la artritis reumatoide, la artrosis aparece en edad avanzada. Controlar el peso es esencial para no "sobrecargar" los huesos.
3. Fibromialgia
Es una enfermedad crónica que provoca dolores generalizados, fatiga y desánimo. No hay articulaciones inflamadas pero sí un dolor intenso en ciertas zonas: en el recorrido de las vértebras, la parte interna del codo, caderas, base del cuello y detrás del hombro y de la rodilla.
4. Lupus
Sobre todo ataca a mujeres entre 15 y 35 años. Afecta al tejido conectivo y, como la artritis reumatoide, a la membrana sinovial de las articulaciones. Produce fiebre, fatiga, articulaciones dolorosas e hinchadas, anemia, alergias cutáneas, sensibilidad a la luz, úlceras, trastornos renales y, si se agrava, otras enfermedades de mayor seriedad.
