A menudo Concha Velasco se definía como "malquerida", pues los éxitos en el cine y el teatro no los tuvo jamás en el amor. En el 2005, tras 29 años casada con Paco Marsó, la vallisoletana dio el paso más difícil de su vida: separarse del hombre que más había querido, pero que le había dado un matrimonio intempestivo desde el mismo día en el que se dieron el "sí, quiero". Creía Concha Velasco que con esa difícil decisión terminaría su sufrimiento, pero nada más lejos de la realidad, ya que Paco seguiría haciéndole daño.