Para completar su separación definitiva, a la cantante colombiana y al exfutbolista del Barça les falta un detalle importante: vender las casas que tienen en común en Barcelona, concretamente en la localidad de Esplugues de Llobregat, y repartirse el dinero que quieren obtener por ellas. Se trata de 15 millones de euros, que es lo que piden por las tres viviendas, que se ofertan como lote: la casa donde vivían ellos con sus dos hijos, Milan y Sasha; la edificación en la que residían los padres de la intérprete del "Waka Waka" y una tercera casa que adquirieron con la intención de rehabilitarla, pero que no llegaron a remodelar porque su relación se torció antes. La titularidad de las propiedades es de una sociedad a nombre de Joan Piqué, padre del deportista.