No ha pasado ni una semana del anuncio de los duques de Sussex de independizarse de la Familia Real británica y la Reina Isabel II ya ha movido ficha. Tal y como se sabía, la monarca quería tratar el delicado asunto con la mayor prontitud posible y este mismo lunes reunió a parte de su familia para tomar decisiones.
El encuentro tuvo lugar en Sandringham poco después de las tres de la tarde. Allí se encontraron la monarca, Carlos de Inglaterra, el duque de Cambridge –muy dolido con la decisión de su hermano– y Harry.
Tras intensas conversaciones, Isabel II emitió el siguiente comunicado:
“Hoy mi familia ha tenido conversaciones muy constructivas sobre el futuro de mi nieto y su familia. Mi familia y yo apoyamos completamente el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como la familia joven que son. Si bien hubiéramos preferido que siguieran siendo miembros de la Familia Real, trabajando a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia. Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas. Por lo tanto, se acordó que habrá un periodo de transición en el que los Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido. Estos son asuntos complejos que mi familia debe resolver, y aún queda mucho trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen decisiones en los próximos días".
Según se desprende de sus palabras, la Reina Madre apoya la decisión de su nieto y su esposa, aunque queda por deliberar el papel que tendrá a partir de ahora en la monarquía inglesa. Eso sí, teniendo en cuenta la rapidez con la que ha encarado esta crisis, no tardará demasiado en tomar deliberaciones.