Letizia y Telma Ortiz: todos los secretos de su discreta relación de hermanas
La cooperante ha habló por primera vez ante la prensa para confirmar lo mucho que quiere y admira a su hermana, la Reina
""Yo ya venía conquistada de serie"
La Reina y la cooperante sobrellevaron juntas la muerte de su hermana menor.
El 22 de enero, la cuñada del Rey, que trabaja para Concordia, una oenegé que colabora con la ONU, acudió a una cena privada en el Club Financiero Génova a la que también asistirían, entre otros, la exsecretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y la princesa Beatriz de Orleans.
De camino al evento, la encontró el reportero de Europa Press Sergio Pérez y le comentó: "¡Cuánto queremos a Letizia por su maravillosa labor!", a lo que Telma, rompiendo su habitual silencio ante la prensa, respondió: "Yo también, mucho". Animado, Sergio le dijo: "Es la mejor hermana y la mejor reina, ¿verdad?", "La mejor", contestó ella.
Entonces, el reportero aseguró que la Reina "nos ha conquistado a todos" y Telma replicó: "Yo ya venía conquistada de serie, ja, ja, ja", confirmando así lo que ya se sospechaba: que, aunque mantienen su relación en la más estricta intimidad, son dos hermanas que se quieren, se admiran y se cuidan.
Son prácticamente mellizas
Durante su infancia en Asturias, las hermanas Ortiz Rocasolano compartían juegos y aficiones, pues se llevaban muy pocos años.
Letizia tenía sólo un año y un mes cuando nació Telma en 1973, por lo que, al igual que sus hijas, Leonor y Sofía, se criaron casi como mellizas. Dos años después, llegó Érika, quien pronto se unió a sus juegos y aficiones, como el ballet, una pasión que las tres compartían.
Telma trabaja como cooperante desde que se licenció en Económicas.
Con Letizia, Telma acudió, primero, al colegio público San Pedro de los Arcos y, después, al Gesta I –ambos en su Oviedo natal–, donde las dos destacaban por sus buenas notas. Por las tardes, las recogía su abuela Menchu y las hermanas merendaban y jugaban en las instalaciones de Radio Asturias, donde ella era locutora. A Letizia, aquello le despertó el gusanillo de la comunicación, pero a Telma, no.
En 1987, la familia se trasladó a Madrid y, a la hora de elegir la carrera, la mayor se decantó por Periodismo y la segunda, por Económicas para, una vez graduada, encaminar sus pasos hacia las relaciones internacionales y la cooperación. De hecho, mientras Letizia se enamoraba del Príncipe, ella trabajaba fuera de España como cooperante.
Se ven en secreto
Están siempre pendientes de su sobrina, Carla Vigo.
Desde el primer momento, Telma quiso mantener su anonimato y Letizia la ayudó en ello, por lo que las únicas fotos que hay de ellas juntas pertenecen a la pedida de mano y al funeral de su hermana Érika, quien tristemente se quitó la vida en el 2007, dejando una hija de 6 años, Carla Vigo, a la que sus tías ayudaron a criar tanto como pudieron. Y es que dos meses después, Letizia dio a luz a su segunda hija y al año siguiente, Telma se estrenó como mamá con Amanda, una niña que, junto con su madre, supone un vínculo con la realidad de la calle para sus primas "royals".
Letizia se vuelca en su trabajo con la Agencia Española de Cooperación Internacional.
El hecho de que no hayan sido vistas en público, no significa que la Reina y su hermana no queden. A veces, salen juntas de manera superdiscreta y, como buenas hermanas, hasta comparten ropa, como se ha podido comprobar.
Lógicamente, también han tenido sus riñas. Por ejemplo, la Reina no aprobaba la forma de enfrentarse a la prensa de la cooperante, cuando, con el padre de su hija mayor, Enrique Martín Llop, denunciaron a varios medios para que no informasen sobre ellos.
Una boda incómoda
Telma y Letizia han acabado encontrando a los amores de su vida, dos hombres con los que vivir felices y formar sendas familias.
Cuando las aguas se calmaron, retomaron su buena sintonía, pero hay un capítulo importante que no sabemos si las acercó o las alejó: la boda de Telma, en el 2012, con Jaime del Burgo, amigo de Letizia de toda la vida y, según él, algo más.
Felipe y Letizia.
Cuando la pareja se divorció dos años más tarde, la Reina fue el mejor apoyo para su hermana y no se pudo poner más contenta cuando ésta rehízo su vida con el abogado irlandés Robert Gavin Bonnar, con quien tuvo a su segunda hija, Erin, en el 2022.
Siendo tan niñera, Letizia está feliz con su sobrina menor y la ve todo lo que puede porque, aunque Telma y ella estén siempre muy ocupadas, saben que siempre se tendrán la una a la otra.