La caída a caballo de la Princesa Ana de Inglaterra solo es una de las muchas desgracias que han vivido en los últimos meses. La Familia Real británica parece vivir en un auténtico nubarrón negro del que no termina de salir desde el triste fallecimiento de la Reina Isabel II en 2022. No levantan cabeza y parece que les ha mirado un tuerto. Sobre todo en cuestiones de salud.