Los británicos suelen jactarse de que nadie organiza los eventos reales como ellos y tienen razón, pero su eficiente precisión no puede evitar ciertos imprevistos
Unos 18 millones de británicos –dos millones menos que en el caso de Isabel II– vieron por televisión el pasado 6 de mayo la coronación de Carlos III, cuyo coste ascendió a 115 millones de euros.
Fue una ceremonia cargada de tradición y simbolismo y ejecutada con una precisión casi suiza, que no estuvo falta de anécdotas y momentos para el recuerdo.
Los bostezos y muecas del príncipe Louis, la solemnidad del rey mientras intentaba que no se le cayera la corona, la elegancia de Camilla y Kate, el total desdén hacia el príncipe Harry..., marcaron un día histórico. Éstas son las curiosidades y las mejores imágenes de la coronación de Carlos III.
Sin duda, y a pesar de los contratiempos, este gran día, que ya forma parte de la historia del país, fue memorable para toda la familia real británica.