Harry y Meghan: así fue su momento más terrorífico en Nueva York
Según su portavoz, unos fotógrafos “muy agresivos” estuvieron más de dos horas tras ellos por las calles de Manhattan
Si algo persigue y atormenta al hijo pequeño del rey Carlos III es la pesadilla recurrente de que él o su familia sufren un accidente de coche como el que acabó con la vida de su madre, la princesa Diana en 1997. Y hace poco, tras asistir a una entrega de premios en Nueva York, en compañía de la madre de Meghan, Harry sintió que esa pesadilla se hacía realidad.
A la salida del evento, según explicó su portavoz en un comunicado, los duques de Sussex vivieron "una persecución casi catastrófica" por culpa del acoso de paparazis (como le pasó a Lady Di) que les siguieron "de manera muy agresiva por más de dos horas" y que tuvo como resultado "múltiples choques que involucraron a conductores, peatones y a dos oficiales del departamento de policía de Nueva York".
La policía dijo que no hubo colisiones
Sin embargo, la policía neoyorquina dio otra versión de los hechos, asegurando que "numerosos fotógrafos" siguieron a la pareja e hicieron "difícil" su viaje, pero negó que se produjeran colisiones ni heridos.
Y el alcalde, Eric Adams, quiso aclarar que Harry y Meghan estuvieron en el coche unos 45 minutos –y no más de dos horas–, antes de llegar a una comisaría, donde se refugiaron y esperaron a que la situación se tranquilizara.
¿Por qué, entonces, los duques han reaccionado de forma tan exagerada? En primer lugar, porque el príncipe sigue traumatizado por la muerte de su madre y no puede evitar sentir, cada vez que ve a un paparazzi, que éste es una amenaza para sus seres queridos.
Y por otro lado, a nivel práctico y menos emotivo, Harry podría haber cargado las tintas para enviar un mensaje a la Casa Real, destinado recuperar el equipo de seguridad (cuya presencia podría haber evitado la persecución) que le quitaron cuando se mudó a EEUU, precisamente para poder huir de la presión de los medios.