Harry y Meghan, con problemas económicos tras haber perdido ingresos millonarios
Han perdido muchísimo dinero por su estilo de vida y por la suspensión de su contrato con Spotify. Ella podría volver al cine y él quiere arreglar su relación con los Windsor para recuperar su estatus real
Su popularidad ha caído en picado
Harry (en la foto, con su padre) no publicará la segunda parte de sus memorias para poder hacer las paces con su familia.
Al parecer, detrás de esta ruptura comercial estaría el hecho de que, en dos años y medio, los duques sólo han entregado a Spotify 13 horas de contenidos, del pódcast de Meghan ‘Archetypes’. "Creo que han dado la impresión de ser perezosos y difíciles", ha llegado a decir un directivo de la empresa.
Además de la suspensión de este proyecto, también peligra su millonario contrato con Netflix, que finaliza en el 2025, sin que parezca que vayan a renovarlo. Según el diario ‘The Sun’, la plataforma ha dado un ultimátum a la pareja, que triunfó con la docuserie ‘Harry y Meghan’, para que continúen generando contenidos de calidad.
Por otro lado, en el último año, su popularidad ha caído en picado, hasta el punto de que las donaciones para su fundación Archewell se redujeron de 12 a 2 millones de euros.
Da la impresión de que después de la serie de Netflix y del libro de memorias de Harry, "En la sombra", que supusieron, por sus denuncias y quejas contra los Windsor, la ruptura total con la Familia Real inglesa, el público se ha cansado de sus lamentaciones y sus rifirrafes familiares.
Podrían mudarse a Los Ángeles
Su mansión de Montecito, con nueve habitaciones y 16 baños.
La vida en el "exilio" no ha sido barata para el príncipe y la exactriz de ‘Suits’. Por un lado, desde marzo del 2021, La Firma dejó de asumir los gastos de seguridad de los duques de Sussex y sus dos hijos, Archie y Lilibeth, que se elevan a 3 millones de euros al año.
Además, sus batallas legales contra la prensa británica les están costando mucho dinero, cuando viajan, lo hacen a todo tren y alojándose en hoteles de no menos de 5 estrellas, y mantener su mansión de Montecito les sale muy caro, ya que están pagando la hipoteca –costó 14 millones de euros– y 200.000 euros anuales entre impuestos y personal.
En este sentido y para reducir gastos, la pareja ha puesto sobre la mesa la posibilidad de vender su residencia y mudarse a Los Ángeles, para estar más cerca de Hollywood.
Harry, de 39 años, y Meghan, de 42, han mantenido el mismo nivel de vida que cuando eran "royals".
Y es que, en su plan para reflotar su economía, contemplan que Meghan vuelva al cine. Esta posibilidad ganó enteros hace unos días cuando los duques viajaron a Jamaica para asistir al estreno de la película ‘Bob Marley: One Love’, invitados por su amigo Brian Robbins, que es el jefe ejecutivo de Paramount Pictures y Nickelodeon. Además, en Hollywood han empezado a circular rumores sobre el regreso de la serie ‘Suits’.
Aparte de sus preocupaciones monetarias, Harry ha estado en las últimas semanas muy agobiado por otro asunto: los problemas de salud de su cuñada, Kate, y de su padre, el rey Carlos, que le han llevado a plantearse la necesidad de tender puentes con Londres y rehacer los lazos familiares.
Esta maniobra le serviría para recuperar su estatus y, tal vez, parte de sus ingresos como miembro de la Familia Real (unos 5 millones anuales, más la seguridad y la vivienda, entre otras ventajas).
No habrá más libros sobre la familia inglesa
La pareja fue al estreno de un filme, invitada por un jefe de la Paramount. Eso ha disparado el rumor del regreso de Meghan al cine.
Para ello, Harry ha decidido dos cosas. Por un lado, impedir que Meghan publique sus memorias, un proyecto que suponía volver a poner en jaque a los Windsor, y por el otro, él ha descartado publicar la segunda parte de las suyas, con el objetivo de encontrar la manera de arreglar la maltrecha y casi inexistente relación con su familia.
Los expertos aseguran que mientras que su padre, Carlos III, siempre estará ahí para su hijo (más, tras el diagnóstico de su enfermedad), los príncipes de Gales, en cambio, parecen decididos a no darle a los duques una segunda oportunidad.