La modista y amiga de Isabel II, obligada a abandonar Windsor
Además de coser los vestidos de la reina, Angela Kelly solía charlar con ella tomando gin-tonics
Empezó a trabajar para Isabel II en 1994, y Angela Kelly no se separó de ella nunca más. Ahora, ocho meses después del fallecimiento de la monarca, la que fuera su modista ha cumplido las órdenes de Carlos III y ha abandonado Windsor, aunque el nuevo rey le ha regalado una casa, como dejó escrito su madre.
"Éramos dos típicas mujeres hablando de ropa, maquillaje y joyas"
Si bien su trabajo inicial era el de ayudante de vestuario, Angela se convirtió muy pronto en la modista de confianza de la reina y también se ocupó de otra tarea muy especial: probarse los zapatos de Isabel II para asegurarse de que eran cómodos.
Con el tiempo llegaron a ser grandes amigas que compartían confidencias tomando té y, en otras ocasiones, gin-tonics. "Éramos dos típicas mujeres hablando de ropa, maquillaje y joyas... Nos los pasamos muy bien", reveló Angela en una entrevista.