Carolina de Mónaco: exclusivas fotos de la princesa como entrañable abuela
La princesa monegasca disfrutó de unos días de vacaciones con tres de sus nietos navegando a bordo de su yate, el 'Pacha III'
Carolina se mantiene estupenda a sus 66 años.
Antes de que, en agosto, como tiene por costumbre, Carolina de Mónaco invite a sus hijos y las familias de estos a pasar unos días todos juntos surcando las aguas mediterráneas a bordo del 'Pacha III', la princesa monegasca decidió hacer de simpática abuela de verano y se llevó a tres de sus siete nietos a pasar unos días en el precioso yate en el que la primogénita de Raniero y Grace, de 66 años, pasa gran parte de sus vacaciones de verano desde hace más de tres décadas.
¡Te mostramos las imágenes en exclusiva de estas divertidas vacaciones!
Compartió con ellos baños y juegos
India y Sasha Casiraghi, los mayores de los tres hijos de Andrea y Tatiana Santodomingo, y Raphaël Elmaleh, primero de los dos hijos de Carlota, pudieron disfrutar de la faceta más inusual, cariñosa y divertida de Carolina.
Carolina estaba encantada de tener a su cargo a los pequeños y compartir con ellos, y unos amiguitos que los acompañaron, risas, juegos, conversaciones y chapuzones.
La feliz abuela no dudó en lanzarse al agua junto a sus nietos, que contaban con una tabla de paddle surf para entretenerse.
Vestida con un bañador azul que dejaba ver que Carolina es una famosa que está madurando con tanto estilo como naturalidad, la princesa se calzó unas aletas de buceo para acompañar a los pequeños en sus zambullidas al lado del barco y, después, cuando ellos disfrutaban de paseos en barcas de goma o tablas de surf, supervisó personalmente desde cubierta que todo fuera bien.
Gran aficionada al mar desde muy pequeña, Carolina estuvo un buen rato bañándose con los niños y observó desde cubierta sus juegos.
La princesa, charlando con India, que llevaba un chaleco para bañarse en el mar.
Comprado en 1990 por Carolina y Stephano pocos meses antes de que éste muriera a los 33 años, el 'Pacha III' es uno de los mejores yates clásicos del mundo.
La princesa, que es una enamorada del mar, se gastó hace unos años 3 millones de euros para modernizar el interior de la nave, respetando el diseño vintage de la cubierta, cuyas maderas se barnizaron y se pintó su característico casco azul.
Carolina, que siempre fue una madre entregada a sus cuatro hijos, está siendo también una abuela cercana, paciente, cuidadora y siempre presente, y sus nietos la adoran.