Ana Obregón y sus grandes amores: Fernando Martín y Alessandro Lequio
En el cuarto capítulo del coleccionable dedicado a la actriz, repasamos su vida sentimental
El verano de 1986 fue uno de los más importantes de la vida de Ana Obregón, ya que llegó a su corazón un joven deportista que se convirtió en el rey de su alma, su ilusión y sus sueños, Fernando Martín. “Nuestros ojos nos anclaron el uno al otro. Y para siempre. Nunca había creído en los flechazos... y, sin embargo, lo que sentimos Fernando y yo fue un flechazo desde el primer momento”, confesó la actriz en sus memorias.
El capítulo cuatro de la vida de Ana Obregón repasamos su vida sentimental, en la que destacan dos hombres, Fernando Martín y Alessandro Lequio, padre de su único hijo, Álex Lequio, con el que comparte el inmenso dolor de haberlo perdido.
Fernando Martín, un amor truncado por un terrible accidente
La pareja formada por Fernando Martín y Ana Obregón logró mantener su amor en secreto dos años, y pasó por un profundo bache en 1989, cuando Fernando le pidió a Ana que bajara el ritmo de trabajo para estar con él. Los jóvenes vivían un momento de distanciamiento cuando el deportista perdió la vida en un accidente de tráfico. Ana quedó devastada.
Ana recordó con esta bella imagen a Fernando en el aniversario de su muerte:
Alessandro Lequio le ayudó a cumplir su sueño
Posteriormente, la intérprete vivió idilios fugaces, pero huía del compromiso por el miedo que tenía de volver a perder a una persona querida y sufrir. Sin embargo, un día, en el que debió bajar la guardia, conoció a Alessandro Lequio, el hombre con el cual cumpliría su sueño de ser madre.
Ana junto a Álex, de cuya muerte se han cumplido ya siete meses, y Alessandro:
Descubrió la infidelidad de Alessandro
La tranquilidad familiar duró poco, porque, en abril de 1994, una amiga le explicó que había visto a Lequio los últimos cinco meses en su edificio visitando a una vecina, separada y madre de dos hijos. Así fue cómo Ana se enteró de que el padre de su hijo le era infiel con una azafata, Silvia Tinao. Destrozada y sin darle a Alessandro la oportunidad de explicarse, puso punto final a su vida en común y también al gimnasio que habían abierto hacía apenas un año.
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