En los 90, Demi Moore fue la actriz mejor pagada del mundo y un referente de Hollywood, a cuya cima escaló con películas como ‘Ghost’, ‘Una proposición indecente’, ‘Algunos hombres buenos’, ‘Striptease’ (por la que cobró 12,5 millones de dólares) o ‘La teniente O’Neil’, títulos que fueron taquillazos.