Los Fürstenberg, una familia perseguida por la tragedia
La muerte del jefe de esta casa nobiliaria alemana, el príncipe Heinrich, me lleva a hablar de sus miembros más destacados, como mi amiga Ira, y a recordar los dramas que han marcado sus vidas

Cinco meses después de la muerte de la princesa Ira de Fürstenberg, actriz y diseñadora, conocida en España por su matrimonio con Alfonso de Hohenlohe, la familia vuelve a estar de luto.

El príncipe Heinrich.
Su primo, Heinrich de Fürstenberg, jefe de la casa, una de las más ricas e influyentes de Alemania, acaba de fallecer, a los 73 años de edad, tras más de dos décadas al frente de esta dinastía nobiliaria.
Casado desde 1976 con la princesa Maximiliane de Windisch-Graetz, deja viuda y dos hijos, Christian y Antonius, que estuvo casado con Matilde Borromeo, cuñada de Pierre Casiraghi.

Christian, su heredero y nuevo jefe de la Casa de Fürstenberg.
“La muerte de mi padre llena a nuestra familia de gran conmoción y profunda tristeza”, afirmó su primogénito, de 47 años, que ha heredado el título de jefe de la casa, cuyos entresijos conoce mejor que nadie.
“Su muerte representa una gran pérdida para sus familiares, amigos y todos los que tuvieron la suerte de conocerlo y trabajar con él. Su personalidad especial, su grandeza humana y su amor por su familia siempre serán recordados vívidamente por todos nosotros”, añadió Christian.
El príncipe que gustaba tanto a hombres como a mujeres

Nombrar a los Fürstenberg me trae a la memoria, no sólo a mi amiga, la princesa Ira, quien me honró con su amistad en los años de su vida en Marbella, sino también a otros miembros de este clan de rancio abolengo que han saltado a las páginas de la prensa por sus talentos creativos y también por ser protagonistas de terribles tragedias que parecen perseguir a esta saga alemana.

El diseñador Egon de Fürstenberg, que murió de sida, el día de su boda con Diane.
Egon de Fürstenberg, hermano de Ira, fue diseñador de moda, uno de los miembros más atractivos y polémicos de la familia y objeto de deseo, tanto de hombres como de mujeres. Este creador, de vida algo disipada, murió de sida ha hecho ahora 20 años, el 11 de junio del 2004.
Se casó en 1969 con la también diseñadora Diane Simone Michelle Halfin, que pasó a ser conocida como Diane de Fürstenberg, y los dos se convirtieron en la pareja de moda de Nueva York, donde no se perdían ni una fiesta, sobre todo las que se celebraban en la mítica discoteca Studio 54, donde eran habituales Andy Warhol y Liza Minnelli entre otras personalidades.

En una reciente entrevista en ‘The New Yorker’, Diane reconoció que su marido era “superguapo y superpromiscuo” y que “nunca dejé de quererle”, a pesar de su divorcio, tras tener dos hijos juntos, Alexander (divorciado de Alexandra Miller, hermana de Marie-Chantal, mujer de Pablo de Grecia) y Tatiana, que es productora, actriz, compositora y guionista.
“El cuerpo de Virginia fue hallado sin vida en la terraza del hotel Palace de Merano, en Bolzano, al norte de Italia”

Virginia, cineasta y poeta, que falleció en el 2023.
También me ha venido a la memoria la tragedia de la sobrina de Egon y de Ira y nieta de Clara Agnelli (hermana del gran patrón de la Fiat, Gianni Agnelli), Virginia de Fürstenberg, cineasta, poeta y diseñadora.
Hace algo más de un año, el 10 de mayo del 2023 exactamente, su cuerpo fue encontrado sin vida en la terraza del hotel Palace Merano, en el norte de Italia. Tenía 48 años de edad. “No está claro si tropezó, resbaló o se dejó caer en un gesto voluntario de suicidio”, apuntaron los investigadores que llevaron el caso.
Los indicios que se encontraron y una exhaustiva comprobación de los hechos permitieron llegar a la conclusión de que fue “su decisión y que no hubo terceras personas involucradas”.
El drama que Ira jamás pudo superar

Ira y sus hijos, Hubertus y Kiko (a la dcha.), que murió en extrañas circunstancias en Tailandia.
Y no me queda más remedio que sumar a esta macabra lista, la muerte de Christopher –al que llamaban Kiko–, primogénito de mi querida Ira, fruto de su matrimonio con Alfonso de Hohenlohe. Fue en el verano del 2006, después de ser detenido en Tailandia por haber falsificado la fecha de su visado y permanecer una semana entre rejas, hasta que fue ingresado en un hospital, donde falleció tras un fallo multiorgánico. Tenía sólo 49 años.
Mi amiga, una mujer de espíritu libre, conocida como la princesa rebelde, jamas lo superó.