Fabiola Martínez: el gran drama de su infancia
En su vida ha habido de todo. Risas, sí, pero también sombras. La empresaria Fabiola Martínez ha vivido situaciones, "que les pasan sobre todo a las niñas", a las que se enfrenta, para cerrar heridas, con la publicación de un libro

En las últimas semanas, una noticia ha corrido como la pólvora por las redacciones de los medios de comunicación. Todo empezó con el título, en forma casi de sentencia, de una obra literaria: 'Cuando el silencio no es una opción'. Así se llama el libro que Fabiola Martínez publicará con Planeta dentro de tres meses y en el que cuenta, por primera vez, la verdad sobre su vida, que no ha sido un camino de rosas como muchos creen.

Una imagen de su infancia de la modelo venezolana, que nació y se crió en Maracaibo, Venezuela.
En su primera incursión en el mundo literario, la modelo venezolana, de 51 años, con el libro "Cuando el silencio no es una opción", Fabiola Martínez nos habla de sus orígenes en el seno de una familia muy humilde de Maracaibo, Venezuela, y, en un ejercicio de valentía terapéutico y emocionalmente liberador, se enfrenta a su pasado y revela que fue “una niña a quien le robaron su infancia, que tuvo que aprender a ser fuerte demasiado pronto. Guardé en secreto un drama que me llenó de dolor y me marcó para siempre”. Y es que Fabiola, como se lee en el adelanto de la editorial, “desde los 5 años, sufrió abusos sexuales, un trauma que la sigue acompañando a día de hoy”.
No hay duda de que Fabiola Martínez ha sido y es, probablemente por necesidad, una mujer valiente y fuerte. Por eso ha querido explicar en 'Cuando el silencio no es una opción' su vida, consciente de que es un proceso que a ella le está "ayudando muchísimo" y que espera que "ayude también a muchas personas".
Fabiola Martínez: "Han sido muchos años sanando muchas heridas"

Modelo y madre feliz. Su carrera en la moda empezó cuando estudiaba Medicina.
Con ella pudimos hablar de este proyecto poco después de que se hiciera público, en la presentación de la Fundación Kike Osborne.
PRONTO: Hemos tenido ya un adelanto del libro y, evidentemente, a todos nos ha impactado el tema del que hablas, tan difícil para ti, como es el de los abusos que sufriste.
FABIOLA MARTÍNEZ: Complicado para mí y para muchas personas, porque no sé si conocéis las estadísticas, pero una de cada cuatro niñas sufre abuso sexual. Y uno de cada seis niños también. Y no los abusa la misma persona, son muchos abusadores.

P.: ¿Te ha costado dar el paso de contarlo?
F.M.: Claro que sí. Han sido muchos años sanando muchas heridas.

Portada de su nuevo libro.
P.: ¿Es la primera vez que lo verbalizas fuera de tu círculo?
F.M.: No, llevo ya varios meses, casi un año, trabajando con terapia, con Marián Rojas, que es maravillosa. Ella tiene mucha experiencia en este tipo de problemas y me está ayudando muchísimo.
Fabiola Martínez siempre estaba cambiando de casa con sus padres

Sus padres.
Justo antes de acabar bachillerato, la joven decidió, por un impulso, que quería ser médico. "Me vino de repente esa idea, pero justo cuando ya estaba en la facultad, se me presentó la oportunidad de participar en el concurso Miss Venezuela 1993. Y eso me cambió la vida". Es cierto que no ganó, pero aquella experiencia le abrió las puertas para trabajar como modelo. Y el mismo año, conoció a un fotógrafo español, de padre venezolano, con el que se vino a España –era la primera vez que viajaba y que cogía un avión– y que sería su primer marido.
Justo antes de conocer a Bertín, vivió una relación tremendamente tóxica con un hombre, padre de varios hijos con diferentes mujeres, que tuvo problemas con el alcohol y las drogas. Al principio, Fabiola no se dio cuenta de aquel problema, pero a medida que pasaba el tiempo su pareja fue dando muestras de un carácter violento, controlador y cada vez más agresivo hasta que, después de una pelea en la que él la cogió por el cuello, ella esperó a que se durmiera para huir.

Y luego, después de aquella tormentosa relación, halló la serenidad y la calma al lado de Bertín Osborne. El presentador de 'Mi casa es la tuya', con quien se casó en el 2006, le dio la estabilidad que había buscado y que hasta entonces no había encontrado. Él fue su mayor apoyo cuando la culpa no la dejaba vivir tras el nacimiento de Kike, en el 2007, con una lesión cerebral causada por una listerioris (una infección bacteriana grave) durante su embarazo. "En eso Bertín me quitó presión y fue muy buen compañero", ha explicado la venezolana, que en el 2008 dio a luz a su segundo hijo, Carlos.
Son ellos quienes le han hecho conocer el verdadero significado del amor y le han dado el coraje y la confianza necesarios para poder relatar, en primera persona, todas las vicisitudes de su vida y narrar cómo se ha enfrentado a sus miedos para convertir sus debilidades en fortalezas.
Bertín Osborne y su hijo pequeño

Bertín, Kike, que en enero cumplirá 18 años, y Fabiola, en la entrega de los Premios Dona2, de la Fundación, que a partir de ahora se llama Kike Osborne.
Mientras Fabiola ha estado enfrascada en el proyecto de su libro, Bertín ha estado en el punto de mira por su actitud respecto al hijo que tiene con Gabriela Guillén. "El niño está feliz con su madre y algún día lo veré", ha declarado a Pilar Vidal. "Estamos en camino de normalizar las cosas. No es que no nos hayamos vuelto a hablar, nos hablamos en plan bien", añadió el cantante, que dejó muy claro que Gabriela no le ha pedido ni un euro para la manutención del bebé.