Jorge Javier Vázquez: "Lo que tuve con Mila Ximénez no lo volveré a tener en mi vida"
El presentador naufraga cada vez que piensa en su amiga, que es continuamente. "Con ella siempre estaba acompañado", confiesa
Desde los tiempos de "Aquí hay tomate", allá por el 2003, nunca tuvieron reparo en decirse las cosas a la cara. Lo bueno y lo malo. Tal vez esa sinceridad, tan brutal en algunos casos, haya sido el combustible del que se alimentó una de las amistades más sólidas del siempre voluble mundo televisivo, la de Jorge Javier Vázquez y Mila Ximénez.
Ahora, tras la muerte de la colaboradora televisiva, el presentador no ha tenido reparo en confesar que todavía no ha sido capaz de afrontar este duelo y admitir que su día a día se hace muy duro sin ella.
Dos personas con conflictos y tormentos
Fue la suya una relación tan intensa como las discusiones de "Sálvame". "Mila, no entiendo esos sofocones que te llevas. Eres muy feliz en la infelicidad", le espetó Jorge Javier a la colaboradora una vez.
"Si no sufres, te aburres", siguió diciendo, para, acto seguido, reconocer que "esa intensidad me gusta. Es lo que te hace ser tan buena colaboradora. Porque vas a por todas".
Es probable que Mila sonriera al escuchar el comentario de su amigo. Imposible no hacerlo. Él mismo confesó que se identificaba con ella, "porque somos dos personas con muchos conflictos y tormentos". Así que ahí coincidían, como en otras tantas cosas.
El humor, la sinceridad y la complicidad se entretejían en su relación, en sus conversaciones, sus ilusiones, sus bromas, sus discusiones, que las hubo, y en sus momentos de bajón, mimos y cariño.
Mila no se separó de su lado cuando él enfermó
Todo eso explica el sinvivir de Jorge Javier desde que, el pasado 23 de junio, Mila Ximénez se fue y emprendió el viaje "infinito" del adiós, tras luchar contra un cáncer que le diagnosticaron en junio del 2020.
"La marcha de Mila para mí ha sido devastadora. Por primera vez en mi vida me siento solo, muy, muy solo", explicó hace unos días, rompiendo su silencio acerca de cómo estaba afrontando esta pérdida.
Para el presentador, la periodista era una "compañera de vida. Cuando estaba con ella, jamás eché de menos una pareja. Con Mila siempre estaba acompañado. Quería pasármelo bien, salir, disfrutar con ella. Y ahora que no la tengo, soy consciente de los huecos que ha dejado", y concluía diciendo: "Para mí era más que una amiga. Ahora me he dado cuenta de que era casi como mi pareja. Lo único que nos faltaba era el sexo".
En sus casi 20 años de amistad consiguieron tejer una relación y un entendimiento que fue más allá de los platós y les llevó a compartir los momentos importantes y de éxito y también las cosas rutinarias, horas y horas de plató, estrenos teatrales, vacaciones juntos, y, claro, sus secretos, alegrías y sus penas.
Como cuando, a principios del 2018, Jorge Javier y su compañero de 10 años, Paco, se separaron. Mila estuvo entonces apaciguando la tempestad emocional que vivió su amigo. Igualmente estuvo a su lado en el 2019, un año en que la salud de Jorge Javier se resintió y lo tuvo entre la vida y la muerte por culpa de un ictus hemorrágico, que sufrió en marzo, y que le obligó a pasar por quirófano.
El destino les deparaba un durísimo trago
¿Quién fue la primera persona en acudir al hospital? Mila, que apenas se separó de él, apoyándole, arropándole con su cariño y su fuerza y facilitándole la vida en los primeros y complicados momentos. Porque, como decía: "Yo tengo una relación muy sana con Jorge. No necesito que diga lo que siente".
Con mirarle a la cara le bastaba para saber si el miedo, la incertidumbre o el dolor estaban agobiándole o si necesitaba un médico o una enfermera o, tal vez, manifestarle, con un gesto, sus ganas de vivir.
Ese mismo año, en julio, se regalaron un viaje a Inglaterra, a Londres. Fue una escapada muy especial, que les sirvió para evadirse juntos de todo lo que había ocurrido y celebrar, divirtiéndose, disfrutando de la vida como ellos sabían, el éxito de la recuperación del catalán. No sabían entonces que el destino estaba barruntando un plan que iba a poner el punto final a aquella sana alegría.
"Tengo ganas de darte un beso y abrazarte"
Cuando en el 2020, a la periodista le diagnosticaron cáncer, Jorge Javier mostró públicamente su compromiso con ella no sólo estando a su lado, sino también dedicándole palabras llenas de emoción y cariño desde el plató y también con cartas abiertas que publicó.
"El viernes fue tu cumpleaños, una excusa como otra cualquiera para hablar de ti. Pero en realidad no tengo que justificarme para escribir sobre ti, menuda tontería. ¿Por qué hacerlo si eres una de las personas más importantes de mi vida? Te conozco desde pequeño, cuando salías en las revistas como Mila Santana", le decía en una de estas misivas, que le servían también para desahogar su pena y la profunda preocupación por el bienestar de su amiga.
"Mira que soy poco de besar. Pues tengo ganas de darte un beso y abrazarte. Y de pedirte que sigas. Porque necesitamos tu sonrisa y tus arranques de mala leche por motivos intrascendentes. Porque te echamos de menos", escribía.
"Tengo la sensación de que me he quedado sin mi pareja"
Ahora, cuatro meses después de que Mila se haya ido, Jorge Javier aún se está haciendo a la idea de que no va a volver a ver a su amiga. Y le cuesta aceptarlo. "A los 51 años, me he dado cuenta de lo que es el vacío, porque lo que he tenido con ella no lo voy a tener en mi vida. Tengo la sensación de que me he quedado sin mi pareja", asegura con añoranza.
Por eso, mientras se debate entre el duelo y la aceptación, confiesa en voz alta, como si la tuviera al lado, en el plató: "No hago otra cosa que pensar en ti". Y con esa frase, nos lo dice todo.