Lola Orellana: así es la desconocida vida de la hija de Rosario Flores

Si alguien acaparó todos los flashes en la boda de Elena Furiase y Gonzalo Sierra, además de los novios, fue Lola Orellana, la niña que hació en 1996 de la corta pero pasional historia de amor de Rosario Flores con Carlos Orellana. Nacida un año después de la muerte de su abuela (de ahí que se llame como ella), esa niña ahora es ya una mujer que está a punto de celebrar su 25 cumpleaños. 

Lola Orellana, la hija de Rosario Flores, siempre ha vivido lejos del ojo público: se fue a estudiar el Bachillerato a Londres y su madre siempre la ha protegido de los flashes, intentando que mantuviera su anonimato y se criara como una niña normal. 

Desde siempre, madre e hija tienen una relación de lo más especial. 

¿A qué se dedica Lola, la hija de Rosario Flores?

Tras su vuelta de Inglaterra, donde estudió artes plásticas, se especializó en fotografía y está encaminando su carrera hacia proyectos de reivindicación social. Tal y como informó 'Viva la vida' tras la boda de su prima Elena, Lola también se ha formado para trabajar como ayudante de dirección, y ha podido ejercer en importantes series internacionales como 'Juego de Tronos'.

Lola ha heredado los rasgos raciales de sus padres, y se ha convertido en una jovencita de lo más discreta. Muy activa en redes sociales, como cualquier chica de su edad, la hija de Rosario Flores y Carlos Orellana cuenta con unos 15.000 seguidores. 

Esta cifra dista mucho de los 522.000 de Elena Furiase y de los más de 12 millones de Alba Flores, su otra prima, que ha alcanzado la fama internacional con 'La casa de papel'... pero lo cierto es que Lola nunca ha querido posicionarse como influencer ni ha pisado un photocall.

¿Qué ha sido de su padre, Carlos Orellana?

Durante los casi dos años que duró la relación de Rosario Flores y Carlos Orellana, entre 1995 y 1997, fueron una de las parejas más perseguidas por la prensa. La hija de Lola Flores se quedó embarazada solo unos meses después de que muriesen su madre y su hermano Antonio, por lo que la noticia fue acogida de forma muy feliz, ya no solo por su familia, sino por todos. 

Pero poco después de romper, el actor de raíces argentinas y bolivianas desapareció del ojo público. Rosario y Carlos siempre han mantenido una excelente relación entre ellos y con su hija. "Nos queremos mucho, tenemos una comunicación afectiva y profunda, una relación para siempre a través de nuestra hija. Siento admiración por cómo ella le canta a la vida. Su parte artística es maravillosa", decía Carlos de Rosario en el diario El Mundo en 2014.

Desde 2002, Carlos vive en Vitoria, donde ha rehecho su vida y actualmente tiene dos hijos más, de 17 y 13 años. Su carrera profesional dio un cambio de rumbo y, el que antes fuese actor, ahora se dedica a impartir clases de biodanza en la localidad vasca. En la página web de la academia en la que trabaja, describen esta disciplina así: "Biodanza es un sistema de aceleracción de procesos integrativos a nivel molecular, celular, metabólico, neurológico y existencial, promovido en un ambiente enriquecido mediante ecofactores universales humanos".