Manuel Campo Vidal, periodista y comunicador: su apasionante vida
Este 30 de marzo cumplió 70 años este apasionado comunicador, que ha sido uno de los grandes rostros, voces y plumas del periodismo español contemporáneo
Manuel Campo Vidal nació el 30 de marzo de 1951 en Camporrells, pequeña localidad de Huesca. Su padre trabajaba en la fábrica de harinas familiar, pero como el negocio iba a la baja, emigró a Catalunya con su esposa y sus cuatro hijos, Luis, María Teresa, Anabel y Manuel. El futuro periodista tenía 9 años cuando su familia llegó a Barcelona y se estableció en Cornellá, uno de los municipios que rodean a la gran ciudad y de carácter eminentemente obrero.
El ingeniero electrónico que se hizo periodista
Su padre se puso a vender electrodomésticos y componentes electrónicos. "En su vida había cambiado un enchufe, pero se metió en la industria de la electrónica para sacar a la familia adelante, mientras mi madre trabajaba en una tienda", recuerda Manuel. Pese a su precaria economía, su padre se empeñó en que sus hijos fueran a la universidad y, tras cursar bachillerato en el instituto Copem de L’Hospitalet del Llobregat, Manuel se licenció como ingeniero técnico en Electrónica en la Universidad Politécnica de Barcelona. Nunca ejerció. "Si se va la luz, no cuentes conmigo", bromea siempre el propio Manuel, que se licenció más tarde en Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Publicó sus primeros trabajos periodísticos en la revista del barrio, "El Carrilet", y en "El Pensamiento", de Cornellá. En 1972, entró en el desaparecido diario "Tele/eX- prés" como corresponsal en Cornellá, firmando sus artículos como Manuel J. Campo. Estando en el periódico, consiguió una beca de la Fundación Bofill para estudiar Sociología en la Escuela de Estudios Superiores de Ciencias Sociales de París. Durante su estancia en la capital francesa, respiró el aún latente espíritu revolucionario de las protestas estudiantiles y obreras de mayo del 68 y conoció la cruda realidad de los exiliados españoles tras la Guerra Civil. Aquello le animó a continuar su lucha antifranquista, por la democracia y la justicia social y se hizo militante del PSUC (Partido Socialista Unificado de Catalunya), acudiendo a mítines y asambleas clandestinas. Como representante del Baix Llobregat, fue propuesto como candidato a alcalde por su partido en las primeras elecciones municipales democráticas de 1979, aunque declinó la oferta.
Un primer matrimonio con una abogada
En 1981, un año después de que "Tele/eXprés" dejase de existir, Campo Vidal, que había llegado al cargo de subdirector, se trasladó a Madrid justo el día que cumplía 30 años. Comenzaba así una nueva década en su vida que estuvo marcada por su ingreso en TVE para trabajar en el programa "El testigo", mientras hacía de corresponsal en Madrid para "El Periódico". En aquella época, conoció a la abogada Francesca Canellas, con quien se casó y tuvo dos hijos, Claudia y Pau, aunque se divorciaron en 1992.
Entre 1983 y 1986 presentó el telediario de TVE y son especialmente recordadas las dos temporadas que lo hizo junto a la periodista Concha García Campoy, con la que mantuvo una gran amistad que duró hasta la prematura muerte de ésta, en el 2013, por leucemia.
En 1987, la cadena SER lo contrató para el popular informativo de madrugada "Hora 25", a cuyo cargo estuvo durante cuatro años, labor que compaginó con el programa "Punto y aparte", en TVE, gracias al cual ganó un premio Ondas en 1989.
Cuando Antonio Asensio se hizo con las riendas de la cadena privada Antena 3, en 1992, incorporó a muchos de sus antiguos colaboradores, entre ellos a Manuel Campo Vidal, que se convirtió en su mano derecha y vicepresidente de la cadena. Manuel presentó los informativos diarios y varios programas, como "Tiempos difíciles", y se encargó de la expansión internacional de la cadena.
La de Antena 3 fue su etapa más mediática, protagonizando grandes momentos televisivos, entre ellos moderar el primer debate cara a cara en televisión entre dos candidatos a la presidencia de España–Felipe González y José María Aznar– el 24 de mayo de 1993.
"Cuando lo conseguimos me sentí feliz. Hubo mucha tensión en el debate, ellos no se llevaban bien, pero fue espectacular porque no se había hecho nunca", declaró. No sería el único que moderaría, ya que en el 2008 tuvo el 51% de audiencia con el debate entre Zapatero y Rajoy.
Segundas nupcias con la periodista María Rey
Siendo directivo de Antena 3 conoció a la que era corresponsal en el Congreso de la cadena, la gallega y también periodista María Mercedes Fernández Rey, más conocida como María Rey, que es actualmente presentadora del magacín informativo "120 minutos" en Telemadrid. Se casaron el 24 de julio de 1998 en una ceremonia íntima y discreta, a puerta cerrada, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Tomiño (Pontevedra), donde el padre de María era el alcalde. Han tenido tres hijos: Iria (1999) Iago (2001) y Nacho (2003).
Tras haber presentado más de 2.000 informativos entre radio y televisión, Manuel Campo Vidal se convirtió en uno de los referentes del periodismo y la comunicación por su profesionalidad, su rigor y su espíritu innovador. Así que a nadie le extrañó que, en el 2006, fuera nombrado presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión de España, cargo que ocupó hasta el 2018.
Más que como periodista, Manuel se define como comunicador. "Me gusta la radio y la televisión, pero también dar conferencias, escribir libros o hacer “tweets”. La comunicación me apasiona".
Este diciembre, la Academia de TV le otorgó el Premio Jesús Hermida en reconocimiento a sus 40 años de intensa trayectoria periodística. Pero a Manuel Campo Vidal, a sus 70 años recién cumplidos, no se le pasa por la cabeza retirarse. Actualmente dirige la productora Lua Multimedia y el Instituto de Comunicación Empresarial (ICE), continúa dando charlas y conferencias y es profesor en varias escuelas de negocios. También el pasado diciembre presentó el último de la docena de libros que ha escrito, la mayoría sobre periodismo y sociología, "La España despoblada. Crónicas de emigración, abandono y esperanza", recordando sus humildes orígenes en un pequeño pueblo oscense que cada año pierde más habitantes y mostrando su preocupación por la llamada España despoblada. En 1960, cuando los Campo Vidal emigraron de Camporrells, había 900 habitantes y ahora sólo quedan 127 empadronados. "El coronavirus ha tenido el efecto colateral positivo de que la España urbana girara la vista hacia la España rural. Además del heroísmo del personal sanitario, la cadena de suministros se mantuvo gracias al esfuerzo de campesinos, ganaderos, transportistas y personal del supermercado. Ahora se mira con mayor interés hacia el entorno rural y, espero, que con agradecimiento", comenta.
Volver a las raíces
Comprometido con esta España despoblada, redactó y leyó el manifiesto en la llamada revuelta de la España vaciada, que reunió a 150.000 manifestantes en Madrid en el 2019 y, ese mismo año, creó la Red de Periodistas Rurales. Además, cada año, regresa a visitar su pueblo, al menos durante la fiesta mayor porque como dice: "Siempre hay que volver a las raíces".