María Garralón: "Sigo sintiendo el cariño de la gente 40 años después de 'Verano azul'"
La inolvidable Julia de 'Verano azul' acaba de cumplir 70 años y, aunque ha tenido algún problema de salud, no piensa en retirarse de su oficio
Acaba de soplar las velas de su pastel de 70º aniversario, pero el rostro de María Garralón refleja la misma sensibilidad que tenía la profesora amiga de Chanquete. Sin embargo, este 2023 no comenzó con buen pie para la actriz.
Tras sufrir un ictus, tuvo que suspender una gira teatral y ahora se recupera en su casa madrileña y transmite una tranquilidad absoluta. "Estoy bien, no me han quedado secuelas graves del ictus, sólo tengo molestias en el dedo pequeño de la mano derecha. Gracias a Dios no he tenido problemas con el habla, pero fue un susto tremendo", nos cuenta.
Una actriz que siempre tuvo clara su vocación
Nacida en Madrid el 24 de marzo de 1953, María Garralón sintió pasión por el teatro desde muy pequeña y se enroló en una compañía independiente con la que aprendió el oficio. Debutó en la tele en el mítico 'Estudio 1' y, con 30 años, se le presentó el papel de su vida: ser Julia en 'Verano azul', la famosísima serie de Antonio Mercero.
También destacó en series como 'Farmacia de guardia', 'Menudo es mi padre' y 'Compañeros'. Compaginó el trabajo en la pequeña pantalla con giras teatrales, con obras como la que está interpretando actualmente, 'Las suplicantes'.
Divorciada y madre de dos hijos, en los últimos años ha participado en series tan conocidas como 'El incidente', 'Las chicas del cable', 'Señoras del (H)Ampa' y 'Estoy vivo'.
"Sentí mucho la muerte de mi hermana"
PRONTO: Ahora vives sola…
MARÍA GARRALÓN: Sí, me mudé hace poco a esta casa en Alcorcón. Una amiga me llevó al hospital de Arganda y, luego, me derivaron a la Unidad de Ictus del Gregorio Marañón. Aunque no era muy consciente de lo que ocurría, pasé miedo.
P.: Una mala racha de salud…
M.G.: Desde el 2015, murieron mi madre y mi hermana, me diagnosticaron un cáncer de mama, dos carcinomas en la nariz y mi hermano se puso enfermo… Y ahora, que parecía que la cosa estaba más tranquila, tengo el ictus.
P.: ¿Sigues con la quimio?
M.G.: No, ya estoy con las revisiones. He superado el cáncer, pero me hago pruebas cada cierto tiempo.
P.: ¿Puedes trabajar?
M.G.: Sí, pero acabo de cumplir los 70 y tengo estenosis de canal, artrosis en la rodilla y en cervicales y ese tipo de cosas que te limitan un poquito la vida.
P.: ¿Te cuesta superar los malos momentos?
M.G.: No soy una mujer muy fuerte, así que procuro no pensar en lo negativo. Cuando murió mi hermana fue como quedarme huérfana de verdad, sentía adoración por ella y no he superado aquel adiós tan prematuro. ¿Sabes una cosa? Hablo con ella y con mi madre en la intimidad, les cuento mis cosas y me aferro a su recuerdo.
P.: ¿Cómo llevas la soledad?
M.G.: No me siento sola, tengo unos hijos fantásticos, a los que veo continuamente y un buen grupo de amigos que me quieren.
P.: ¿Tienes pareja?
M.G.: Ni la tengo ni la quiero, pero nunca se sabe lo que te deparará el futuro.
"Tengo mucho genio, pero pido perdón"
P.: ¿Te planteas jubilarte?
M.G.: No, pero elijo los trabajos, intento que sean cosas que me gusten.
P.: Tu padre no aceptó de buena gana que te dedicaras al mundo de la interpretación…
M.G.: Al principio puso sus reparos, quería que acabara mis estudios de Turismo, pero luego lo entendió. En mi familia no había antecedentes de gente que se dedicara al espectáculo.
P.: ¿Esa imagen sensible y bonachona se corresponde con la María real?
M.G.: Tengo mucho genio. Mis prontos son muy malos, aunque se me pasan rápido. Tengo un carácter explosivo, pero sé pedir perdón.
P.: ¿Qué le debes a ‘Verano azul’?
M.G.: Fue un antes y un después en mi vida. Me dio popularidad y éxito profesional, pero también me encasilló como la Julia de la serie y me costaba conseguir nuevos trabajos. En lo personal, no se puede pedir más, el cariño de la gente lo sigo teniendo cuarenta y tantos años después de haber rodado la serie.
"Antonio Ferrandis era un ser extraordinario"
P.: Se dice que quisieron casar a Julia con Chanquete…
M.F.: Eso no es cierto.
P.: ¿Y lo de hacer una segunda parte que nunca se hizo?
M.G.: Al morir Chanquete la gente escribía cartas a TVE pidiendo que hubiera una continuación, que apareciera un hermano gemelo o que se me apareciera su fantasma, pero nunca pensaron de verdad en realizar una segunda parte.
P.: La muerte de Antonio Ferrandis fue un gran drama.
M.G.: Fue un palo muy grande porque nos queríamos mucho. Era un ser extraordinario.
P.: Otro de tus papeles importantes fue el de la policía de ‘Farmacia de guardia’.
M.G.: Era una serie muy divertida y tenía a un compañero muy especial, Cesáreo Esteban, ya fallecido, un hombre muy divertido.
P.: Carlos Larrañaga era un ligón. ¿Te tiró los tejos?
M.G.: Se los tiraba a todas. Él era así de seductor. Y muy simpático y divertido.
P.: En tus inicios querías ser cantante.
M.G.: Y lo fui. Cuando estaba en el colegio cantaba en un grupo que se llamaba Narraciones y grabamos la maqueta de un disco.
P.: Estás casada y separada. ¿Tuviste muchos novios?
M.G.: He sido muy enamoradiza. Mi primer amor fue el hijo de unos amigos de mis padres, pero no tuve muchos novios.
P.: Hasta que llegó tu marido, Enrique Rambal.
M.G.: Sí, nos hicimos novios muy jóvenes, pero se fue a México y, al regresar, tras separarse de su esposa, reanudamos la relación, nos casamos y fuimos padres de dos hijos. Diez años después, nos separamos, él volvió a México y tiene pareja.
P.: ¿Acabasteis mal?
M.G.: No, tenemos una buena relación. Él viene de vez en cuando a visitar a nuestros hijos y nos vemos.
"Sigo viva, pero las redes me han matado varias veces"
P.: ¿Te consideras una madre tradicional?
M.G.: Creo que soy una buena madre, que mis hijos están contentos conmigo, tenemos una relación de mucho cariño. Ahora, cuando estaba ingresada por el ictus, los dos se turnaban para pasar las noches conmigo. No me dejaron sola ni un segundo. Me siento muy protegida por ellos y también por el resto de mi familia y amigos.
P.: ¿Qué aficiones tienes?
M.G.: Ver películas, pasear y, sobre todo, ir a ver el mar. Si me dejas en un chiringuito de playa, con el mar delante, soy muy feliz.
P.: ¿Eres buena cocinera?
M.G.: Eso dicen, ja. ja, ja. Se me da muy bien meterme entre fogones.
P.: ¿Eres una mujer religiosa?
M.G.: No demasiado, aunque cuando enfermé de cáncer me encomendaba a Dios. Afortunadamente, sigo viva, pero en las redes me han matado dos veces.