María Teresa Campos pasa su Navidad más triste preocupada por su nieto José María
La disputa entre Carmen Borrego y su hijo José Maria tiene en vilo a María Teresa Campos, que adora a su nieto
María Teresa Campos y el hijo de Carmen Borrego, en una imagen de archivo.
Aunque Terelu Campos y Carmen Borrego hacen lo imposible por alejar a María Teresa Campos del foco mediático, en ocasiones no consiguen que se filtren a la prensa datos sobre su madre, especialmente relativos a su estado anímico.
El diario El Español ha podido conocer de primera mano cómo está pasando la veterana periodista estas navidades, las primeras desde que se retirase oficialmente de la vida pública: "apenas atiende el teléfono y su entorno ha tomado la decisión de cerrar filas para protegerla", revelan.
Una fuente cercana a la presentadora ha dado al citado medio más información sobre cómo está pasando las fiestas: "Ella está bien, con sus cosas, pero en esencia bien. Lo que pasa es que la gente no entiende que ya está fuera de esta onda y no quiere nada. Todo pasa por sus hijas. Teresa coge el teléfono sólo a la familia y a dos amigos".
Respecto a los problemas de su familia, es decir, el distanciamiento entre Carmen Borrego y su hijo José María, María Teresa está muy "apenada", afirma El Español. Sin duda, todo esto supone una montaña rusa de emociones para Campos, que a su vez está muy feliz por convertirse en bisabuela.
Carmen Borrego y su hijo, el día de la boda de este.
José María, el "nieto favorito" de María Teresa Campos
"María Teresa siente devoción por su nieto, por ser el mayor, el primero y, sobre todo, su único varón. Siempre ha sido, por así decirlo, como su protegido en la familia", revelan desde el mencionado portal.
La fuente con la que han contactado ha explicado, además, que "Teresa habla con él más por teléfono, pero no lo ve mucho. A ver si en Nochevieja". Al igual que la madre del joven, Carmen Borrego, que confía en que el día 31 "vuelvan a ser una familia".
Así las cosas, de momento, las hijas de María Teresa Campos siguen centradas en los cuidados de esta, y su preocupación por ella es cada vez más evidente, ya no por su estado físico, sino "por su ánimo. Está muy apática y sin ganas de casi nada", concluyen desde El Español.
