María Teresa Campos tira la toalla y ya no busca trabajo: "Yo tuve mi tiempo"

Ayer tuvo lugar en el Palacio de San Telmo de Sevilla la 36º entrega de los premios Andalucía de Periodismo, donde María Teresa Campos recibió un galardón muy especial que reconocía su gran trayectoria profesional. La malagueña, que desde que se mudó de su gran mansión a un piso más modesto y cercano al de sus hijas apenas sale de casa, hizo una excepción y se trasladó hasta la ciudad hispalense para recogerlo (y agradecerlo) en persona. 

Ataviada con un modernísimo traje fucsia y arropada por sus dos hijas, Terelu y Carmen, la veterana presentadora habló pacientemente con todos los medios que se agolpaban a pie de alfombra, entre ellos, las cámaras de Europa Press. 

María Teresa Campos reconoció sin tapujos que le encantaría tener un espacio en televisión: "Me gustaría, porque yo estoy acostumbrada a trabajar y me gusta mi trabajo. Ahora, a veces me aburro, y como me aburro, me gustaría estar en un programa. Por ejemplo, en 'Qué tiempo tan feliz', que nunca debió dejarse", dijo.

Campos dejó caer que la cancelación de 'QTTF' "tiene su historia", pero sin entrar en más detalles ya que Terelu en ese momento le hizo señas para que dejase de hablar. 

Orgullosa de haber recibido un premio tan importante, María Teresa posó, a pie de photocall, tan feliz como lo ha hecho siempre. 

La importancia de dejar paso al relevo generacional

Consciente de que, a sus 80 años, ella en televisión ya lo ha hecho todo, la malagueña es consciente de que ha llegado el momento de dejar paso al relevo generacional. Y es que, aunque ella ya no esté delante de las cámaras, su legado sigue vivo a través de su familia.

"Yo creo que ya tuve mi tiempo, y ahora lo tienen mi hija Terelu y mi hija Carmen. He tenido mi tiempo y no me puedo quejar", dice, muy firme, la que fuera presentadora del programa 'Día a día'.

Y no solo ellas: su nieta, Alejandra Rubio, también cuenta con silla propia en 'Viva la vida', donde últimamente ha protagonizado un tenso enfrentamiento con Makoke. 

Sus hijas, pendientes de ella en todo momento

Terelu y Carmen han demostrado ser las mejores cuidadoras que puede tener su madre. María Teresa no se separaba de ellas, que estaban pendientes en todo momento de que no le faltase ni le molestase nada. Especialmente Terelu que, además de no soltar el brazo de su madre, tuvo gran cuidado con las preguntas que le hacía la prensa.

La llegada de Campos a Sevilla, que tuvo lugar unas horas antes del acto de entrega del premio, nos dejó más preocupados por ella que de costumbre: la veterana periodista se dejaba ver, en la estación de Santa Justa, donde llegan los trenes procedentes de Madrid, más desorientada de la cuenta, algo que achacaron sus hijas al cansancio del viaje. 

Y, efectivamente, así ha sido, ya que más tarde, en la entrega de premios, pudimos disfrutar de la María Teresa de siempre... ¡y que sea por mucho tiempo!