Miguel Ángel Silvestre perdió a su padre a principios de diciembre y, aunque ha pasado las Navidades más tristes de su vida, parece que sabe cómo tomarse la vida con optimismo e intentar sonreír a pesar de tener esta pena por dentro. Y mucha de la culpa de que Miguel Ángel vuelva a ser el mismo de siempre, simpático y divertido, la tienen sus amigos, en especial, su ex, Belén López, que le organizó un viaje por el sur de España con varios amigos, con los que compartió risas, una gran paella y bailes.
Como siempre, el intérprete no se olvidó de sus seguidores y a través de las redes sociales nos felicitó el nuevo año, al mismo tiempo que agradecía las muestras de cariño recibidas por la muerte de su progenitor, víctima de un cáncer. En tu revista Pronto de esta semana encontrarás más fotos e información sobre su escapada...